Soy acidez
en tus labios,
mezcla de ardor
en tus papilas,
huella mordaz
que reclama
la dulzura;
hechizo
de especias
que renacen
en pequeños
trozos marrones.
Soy afán
en tu sedienta boca,
semilla
que escapa
y brota,
un agridulce grano
que transforma
la estancia,
en la simpleza
del tiempo
en que las palabras
se acortan,
titubeo, callo,
el silencio
se vuelve mi amigo.
Ruth Martínez Meráz ***
26.12.11
18.12.11
Gobernantes de tercer mundo...

Ruth Martínez Meráz ***
11.12.11
La calidez del invierno
Hoy sentí el frío en mi cuerpo, el aire de invierno acariciaba mi rostro, mi ser erguido bajo el cielo ahumado y la intermitente caída de agua, mis pies calzados por unos tenis que casí me hacían derraparme sobre el asfalto, hacía que mi paso se forzara, a fin de evitar un aterrizaje de mi humanidad; mis pantalones despintados, esos que adoro ponerme en fin de semana, criticados por mis familiares, como si fuera tan humilde y no tener más con qué cubrir mis piernas, sin embargo, la tela desgastada de la mezclilla sobre mi piel se me antoja por no decirlo, a diario; soy tan irreverente para el uso de lo convencional, que cuando la formalidad lo exige, opto por usar algo que contravenga en cierta forma, que diste se me catologue en tal o cual clase o prototipo de persona; volviendo a la sensación de la frialdad exquisita que embargaba este día mi entidad corporal, tal parece que los días de invierno, exarceban mis sentidos, como pareciera una taza de café caliente a mi paladar, y una noche de intimidad apasionada; el recorrido por las calles sin paraguas protegiendo mi cabeza (adoro mojarme bajo la llovizna, la frialdad del agua de lluvia recorrer mi pelo, escurriendo mi rostro), el observar las personas, sus gestos, sus pláticas, sus actitudes, cuánto puede influenciar el clima en el carácter, mi percepción se mantiene alerta....Hoy sentí la calidez del invierno, sí, la viveza de la estación se hace presente, no por la época que representa, el clima me subyuga, pienso más de lo que verdaderamente hago, observo, analizo, sueño, extraño, me ausento, revivo, existo, las rimas se despiden, las frases arriban, disfruto un diciembre más....feliz conmigo misma.
Ruth Martínez Meráz ***
28.11.11
Tiempo sin transcurrir....
21.11.11
Motivos....
Fundo y motivo
el inmenso amor
que te profeso,
de los antecedentes
que nuestra relación
se forja,
de los hechos que
a diario acontecen,
Fundo y motivo
bajo pruebas palpables,
de tu confesión expresa
de la tácita correspondencia
con que te conduces.
Fundo y motivo
bajo un derecho
que me concierne,
de la elocuencia de tus actos,
por el simple transcurso
del tiempo,
permanente, continuo,
con el carácter
que presume
nuestra pertenencia.
Fundo y motivo
sin alegar más
de lo debido,
acogiéndome a tu
condescendencia,
sin la aprobación de
terceros
extraños,
que de envidia
corroen nuestra vida,
la de otros,
sin atender
sus propias deficiencias.
Fundo y motivo
sin acciones simuladas,
sólo con la verdad
diáfana
que resulta
de esta manifestación
plena de un ser
entregado a otro
sin mediar
lo que de viva voz
por adjudicación voluntaria
me cedes
sin condición,
cada vez
que recurro
al amparo de tu seno,
y resuelves
enamorarme
hasta agotar
todas las instancias.
el inmenso amor
que te profeso,
de los antecedentes
que nuestra relación
se forja,
de los hechos que
a diario acontecen,
Fundo y motivo
bajo pruebas palpables,
de tu confesión expresa
de la tácita correspondencia
con que te conduces.
Fundo y motivo
bajo un derecho
que me concierne,
de la elocuencia de tus actos,
por el simple transcurso
del tiempo,
permanente, continuo,
con el carácter
que presume
nuestra pertenencia.
Fundo y motivo
sin alegar más
de lo debido,
acogiéndome a tu
condescendencia,
sin la aprobación de
terceros
extraños,
que de envidia
corroen nuestra vida,
la de otros,
sin atender
sus propias deficiencias.
Fundo y motivo
sin acciones simuladas,
sólo con la verdad
diáfana
que resulta
de esta manifestación
plena de un ser
entregado a otro
sin mediar
lo que de viva voz
por adjudicación voluntaria
me cedes
sin condición,
cada vez
que recurro
al amparo de tu seno,
y resuelves
enamorarme
hasta agotar
todas las instancias.
Ruth Martínez Meráz ***
18.11.11
El Atila del Sur....una reflexión sobre Don Emiliano Zapata
Símbolo de la Redención Agraria Social de México
Era la tarde de un jueves 19 de Abril de 1919…para unos, la historia terminaba; para otros…la inmortalidad surgía. La tierra de Chinameca, Cuernava, Estado de Morelos, se nutría de la sangre de un caudillo hecho mártir: Don Emiliano Zapata Salazar.-

Emiliano Zapata, caracterizado por su honradez, luchó sin descanso por las causas del pueblo agrario, con sus ideales sublimes, olvidándose del bienestar propio, buscando sólo el bien común entre los campesinos.
“El Atila del Sur”, como se refirieron a Zapata, con sus acciones nos legó una redención social donde la igualdad entre los hombres quedó acuñada en la Promulgación que hiciera del Plan de Ayutla en el año 1911, donde el fin era devolver al campesinado las tierras usurpadas por los hacendados.
“Reforma, Libertad, Justicia y Ley”, su lema de lucha.
“La tierra es de quien la trabaja”, su bandera.
Hombre tenaz, incorruptible, valiente, icono de la justicia para los campesinos; este hombre, sin poses simuladas, real, líder innato, dio margen para acallar cuantos rumores injuriosos y malintencionados se entretejieron a su entorno, como resultado:
La construcción de un país ideal, la implementación de la “Ley Agraria”, el “Decreto sobre Derechos de los Pueblos”, por citar algunos.
Su urgencia por administrar justicia, es magno ejemplo para motivarnos a la ejecución de ella. Hacer nuestros sus ideales, sus convicciones, encaminados a la equidad entre los nacionales.
Hoy, no invoco al caudillo, no hago memoria a un mito hecho leyenda; hago honor al hombre que vive, que superó a sus enemigos, de quienes no hay memoria, este inmortal de la historia viva mexicana, la que día a día se conjuga.
Emiliano Zapata, hombre de esperanza, traicionado en su momento con el afán de acallarlo, se manifiesta en los acontecimientos actuales de nuestra vida, donde la libertad y justicia anheladas son una realidad.
Por lo tanto, Don Emiliano Zapata Salazar, es, y será por siempre ¡el Símbolo de la Redención Agraria Social de México!.
¡VIVA ZAPATA! VIVA MEXICO!
Ruth Martínez Meráz ***
16.11.11
Absolutamente Mío...
No vi tu rostro,
tu mirada capturó
mis sentidos,
embeleso de tu aroma
sobre mis sábanas.
No vi tu cuerpo,
sentí el ardor de tus manos,
me acogí al calor
de tu piel
a tu humedad sobre mis poros.
No ví el tiempo,
el reloj detuvo su marcha,
sólo ví las marcas
de la madurez
que te embellecen,
la fuerza de tus brazos
que me someten.
No escuché razones
ni lógicas
de voces amargas,
preferí abandonarme
en tu seno,
amarte
aunque pierda el alma.
Ruth Martínez Meráz ***
tu mirada capturó
mis sentidos,
embeleso de tu aroma
sobre mis sábanas.
No vi tu cuerpo,
sentí el ardor de tus manos,
me acogí al calor
de tu piel
a tu humedad sobre mis poros.
No ví el tiempo,
el reloj detuvo su marcha,
sólo ví las marcas
de la madurez
que te embellecen,
la fuerza de tus brazos
que me someten.
No escuché razones
ni lógicas
de voces amargas,
preferí abandonarme
en tu seno,
amarte
aunque pierda el alma.
Ruth Martínez Meráz ***
10.11.11
7.11.11
Conocí a Roberto....
Hoy conocí a Roberto,
venía cargado de ilusiones
con la emoción
de quien recibe un regalo sorprendente.
Hoy conocí a Roberto,
traía mil recuerdos aquilatados
en fardos de colores arenas,
y un corazón vestido de coraje.
Hoy conocí a Roberto,
transmitía su mirada
una paz infinita,
aún contra las adversidades
en su aventura,
irradió de luz mi día.
Hoy conocí a Roberto,
colmó mi memoria
de mil imágenes,
me animó a seguir el camino,
disfrutar mi libertad en todos los sentidos.
Hoy conocí a Roberto,
doy cuenta que la juventud
no es tan vana,
hay propósitos divinos
cuando al centro del corazón
acuden las palabras.
Hoy conocí a Roberto
no era el hombre,
era el niño que debió
volver,
para comprender cuando
Dios es el que llama,
aun en aquellas tierras lejanas.
Ruth Martínez Meráz.***
venía cargado de ilusiones
con la emoción
de quien recibe un regalo sorprendente.
Hoy conocí a Roberto,

en fardos de colores arenas,
y un corazón vestido de coraje.
Hoy conocí a Roberto,
transmitía su mirada
una paz infinita,
aún contra las adversidades
en su aventura,
irradió de luz mi día.
Hoy conocí a Roberto,
colmó mi memoria
de mil imágenes,
me animó a seguir el camino,
disfrutar mi libertad en todos los sentidos.
Hoy conocí a Roberto,
doy cuenta que la juventud
no es tan vana,
hay propósitos divinos
cuando al centro del corazón
acuden las palabras.
Hoy conocí a Roberto
no era el hombre,
era el niño que debió
volver,
para comprender cuando
Dios es el que llama,
aun en aquellas tierras lejanas.
Ruth Martínez Meráz.***
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD

“Se llama Principio de Legalidad, aquél en virtud del cual “los poderes públicos están sujetos a la Ley”, de tal forma, que todos sus actos deben ser conforme a la Ley, bajo la pena de invalidez. Dicho de otra forma, es inválido todo acto de los poderes públicos que no sea conforme a la Ley”
En atención a la definición antes mencionada, se puede observar que, desde el primer estatuto proclamado como lo fue “El Bando de Hidalgo” el 19 de Octubre de 1810, por el Cura Miguel de Hidalgo y Costilla, quien en los principios contenidos de este Instrumento, primordialmente sustenta este principio al establecer la abolición de la esclavitud, la quita del pago de los tributos excesivos y su insistencia en cuanto a que se les diera títulos de propiedad (escrituras) a los esclavos proclamados libres. De lo anterior, se deducen los derechos subjetivos de libertad y de propiedad, garantías hasta ahora consagradas en nuestro Pacto Federal.
Asimismo, en la proclamación que hace José María Morelos en “Los Sentimientos de la Nación” el 14 de Septiembre de 1813, se establece por primera vez la división de poderes, en su artículo 5º, el cual reza: “Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los Poderes de ella en legislativo, ejecutivo y judiciario, eligiendo las Provincias sus vocales, y estos a los demás, que deben ser Sujetos sabios y de probidad.”
De una manera, aún más formal, en la Constitución Federal del 5 de Febrero de 1857, se gesta la garantía de seguridad jurídico-política, como lo es el Juicio de Amparo.
Con vista a lo antes citado, se colige que a través de la historia de nuestro País, los individuos, conocidos como Insurgentes, así como aquellos que se sumaron a la postre para regular nuestras leyes, han procurado un estado de derecho que salvaguarde las garantías de legalidad de los ciudadanos, así también, que el Estado, a través de sus gobernantes, desarrolle sus funciones bajo un orden jurídico, que se instituye en cada una de las disposiciones que conforman la Constitución Política Mexicana, en la cual, se define las atribuciones y facultades de cada uno de los Poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a fin de hacer efectivo ese Principio de Legalidad para sus nacionales, y aun de aquellos que han optado adquirir la nacionalidad mexicana, siendo extranjeros.
Pensar en una garantía de legalidad, lo primero que viene a mi mente, por lógica tal vez, es el Juicio de Amparo, el cual se encuentra contemplado en lo dispuesto por los Artículos 103 y 107 de nuestra Constitución Mexicana, y que no fue, sino hasta su Reglamentación en el año de 1936 como Ley Orgánica, el uso de este recurso, una forma de hacer efectiva esa garantía en contra de las Autoridades consideradas como responsables del acto reclamado en agravio del Recurrente, llamado Quejoso.
Sin embargo, analizando este Principio de Legalidad, damos cuenta que, al establecerse una división de poderes (Ejecutivo, Legislativo, Judicial), éstos se sujetan a la rigidez que marca nuestra Carta Magna, es decir, en cuanto a que El Ejecutivo, al ejercer su actividad a través de sus Órganos, debe acatar lo que la Ley le impone, sin extralimitarse en el ejercicio de su función, y si bien es cierto, el Ejecutivo tiene cierta discrecionalidad en el ejercicio de sus funciones, éstas se le han venido restringiendo, como lo podemos constatar en lo conferido por el artículo 89 Constitucional; y aún cuando tenga la facultad de expedir Decretos y Reglamentos, éstos no deben sobrepasar lo que constitucionalmente ya está instituido, observándose así, ese Principio de Legalidad, como un elemento inherente a nuestro Pacto Federal y un derecho para quien depende de su ejecución.
Por lo que hace al Poder Legislativo, éste igual que El Ejecutivo, no puede emitir o elaborar leyes que no provengan de lo que las disposiciones constitucionales propiamente confieren, y por ello, según lo establece el artículo 135 de nuestra Constitución Política actual, en la elaboración de leyes, deben sujetarse al proceso legislativo que para la formación de nuevas leyes, se les faculta en nuestra Carta Magna, sin ninguna clase de discrecionalidad, y aún cuando, ha sido menester derogar, modificar ó adicionar algún precepto constitucional, estrictamente, dicho aparato legislativo, se sujetará a lo antes previsto, así como se les dará a éstas, el carácter que se les confiere en el artículo 133 Constitucional.
En cuanto al Poder Judicial, éste en su función jurisdiccional, que no es otra cosa que hacer valer el respeto a ese derecho que se ejerce a través de los órganos jurisdiccionales, con el fin de regular la relación entre particulares, o entre particulares y el Estado, según sea el caso, y que en ese afán de hacer eficaz ese Principio de Legalidad, a través de un procedimiento establecido por las leyes ordinarias que para ello se encuentren reguladas, éste, emitirá una Sentencia, la cual, debe observar ese elemento formal que la propia ley establece, misma que debe ser fundada y motivada, apegada a derecho, como único elemento de esa función jurisdiccional, y donde se presume la verdad legal, logrando dar a la sentencia fuerza definitiva e irrevocable.
De lo anteriormente analizado, considero que el Principio de Legalidad se sustenta en hacer valer las garantías consagradas en nuestra Carta Magna, no sólo por cuanto hacer efectivo lo que confieren los artículos 14 y 16 Constitucionales al recurrir al Juicio de Amparo en contra de alguna Autoridad, sino, al observar el desarrollo de las funciones de los órganos públicos, de los Poderes en que está dividida nuestra República, quienes no pueden hacer uso de esas facultades que se les confieren más allá de lo que estrictamente norma la Constitución, de lo contrario, estarían violando ese Principio de Legalidad a los ciudadanos que se encuentran sometidos a ella; y además, podría resultar un tanto irónico que El Estado viole los preceptos que propiamente el Constituyente ha instituido para el ejercicio de su función, y quien no puede sancionarse así mismo, en el caso de que este Principio de Legalidad sea en agravio de los mismos órganos públicos; aunque lo que debe interesarnos en realidad, es que el Principio de Legalidad se encuentre garantizado como un derecho natural inherente a nuestro carácter de mexicanos, y como una garantía que se nos atribuye al ser considerados como ciudadanos, al obtener nuestra mayoría de edad, con los demás requisitos (marco legal) que la ley nos demanda para dicho efecto.
Ruth Martínez Meráz.
Ensayo “Principio de Legalidad”
Asimismo, en la proclamación que hace José María Morelos en “Los Sentimientos de la Nación” el 14 de Septiembre de 1813, se establece por primera vez la división de poderes, en su artículo 5º, el cual reza: “Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los Poderes de ella en legislativo, ejecutivo y judiciario, eligiendo las Provincias sus vocales, y estos a los demás, que deben ser Sujetos sabios y de probidad.”
De una manera, aún más formal, en la Constitución Federal del 5 de Febrero de 1857, se gesta la garantía de seguridad jurídico-política, como lo es el Juicio de Amparo.
Con vista a lo antes citado, se colige que a través de la historia de nuestro País, los individuos, conocidos como Insurgentes, así como aquellos que se sumaron a la postre para regular nuestras leyes, han procurado un estado de derecho que salvaguarde las garantías de legalidad de los ciudadanos, así también, que el Estado, a través de sus gobernantes, desarrolle sus funciones bajo un orden jurídico, que se instituye en cada una de las disposiciones que conforman la Constitución Política Mexicana, en la cual, se define las atribuciones y facultades de cada uno de los Poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a fin de hacer efectivo ese Principio de Legalidad para sus nacionales, y aun de aquellos que han optado adquirir la nacionalidad mexicana, siendo extranjeros.
Pensar en una garantía de legalidad, lo primero que viene a mi mente, por lógica tal vez, es el Juicio de Amparo, el cual se encuentra contemplado en lo dispuesto por los Artículos 103 y 107 de nuestra Constitución Mexicana, y que no fue, sino hasta su Reglamentación en el año de 1936 como Ley Orgánica, el uso de este recurso, una forma de hacer efectiva esa garantía en contra de las Autoridades consideradas como responsables del acto reclamado en agravio del Recurrente, llamado Quejoso.
Sin embargo, analizando este Principio de Legalidad, damos cuenta que, al establecerse una división de poderes (Ejecutivo, Legislativo, Judicial), éstos se sujetan a la rigidez que marca nuestra Carta Magna, es decir, en cuanto a que El Ejecutivo, al ejercer su actividad a través de sus Órganos, debe acatar lo que la Ley le impone, sin extralimitarse en el ejercicio de su función, y si bien es cierto, el Ejecutivo tiene cierta discrecionalidad en el ejercicio de sus funciones, éstas se le han venido restringiendo, como lo podemos constatar en lo conferido por el artículo 89 Constitucional; y aún cuando tenga la facultad de expedir Decretos y Reglamentos, éstos no deben sobrepasar lo que constitucionalmente ya está instituido, observándose así, ese Principio de Legalidad, como un elemento inherente a nuestro Pacto Federal y un derecho para quien depende de su ejecución.
Por lo que hace al Poder Legislativo, éste igual que El Ejecutivo, no puede emitir o elaborar leyes que no provengan de lo que las disposiciones constitucionales propiamente confieren, y por ello, según lo establece el artículo 135 de nuestra Constitución Política actual, en la elaboración de leyes, deben sujetarse al proceso legislativo que para la formación de nuevas leyes, se les faculta en nuestra Carta Magna, sin ninguna clase de discrecionalidad, y aún cuando, ha sido menester derogar, modificar ó adicionar algún precepto constitucional, estrictamente, dicho aparato legislativo, se sujetará a lo antes previsto, así como se les dará a éstas, el carácter que se les confiere en el artículo 133 Constitucional.
En cuanto al Poder Judicial, éste en su función jurisdiccional, que no es otra cosa que hacer valer el respeto a ese derecho que se ejerce a través de los órganos jurisdiccionales, con el fin de regular la relación entre particulares, o entre particulares y el Estado, según sea el caso, y que en ese afán de hacer eficaz ese Principio de Legalidad, a través de un procedimiento establecido por las leyes ordinarias que para ello se encuentren reguladas, éste, emitirá una Sentencia, la cual, debe observar ese elemento formal que la propia ley establece, misma que debe ser fundada y motivada, apegada a derecho, como único elemento de esa función jurisdiccional, y donde se presume la verdad legal, logrando dar a la sentencia fuerza definitiva e irrevocable.
De lo anteriormente analizado, considero que el Principio de Legalidad se sustenta en hacer valer las garantías consagradas en nuestra Carta Magna, no sólo por cuanto hacer efectivo lo que confieren los artículos 14 y 16 Constitucionales al recurrir al Juicio de Amparo en contra de alguna Autoridad, sino, al observar el desarrollo de las funciones de los órganos públicos, de los Poderes en que está dividida nuestra República, quienes no pueden hacer uso de esas facultades que se les confieren más allá de lo que estrictamente norma la Constitución, de lo contrario, estarían violando ese Principio de Legalidad a los ciudadanos que se encuentran sometidos a ella; y además, podría resultar un tanto irónico que El Estado viole los preceptos que propiamente el Constituyente ha instituido para el ejercicio de su función, y quien no puede sancionarse así mismo, en el caso de que este Principio de Legalidad sea en agravio de los mismos órganos públicos; aunque lo que debe interesarnos en realidad, es que el Principio de Legalidad se encuentre garantizado como un derecho natural inherente a nuestro carácter de mexicanos, y como una garantía que se nos atribuye al ser considerados como ciudadanos, al obtener nuestra mayoría de edad, con los demás requisitos (marco legal) que la ley nos demanda para dicho efecto.
Ruth Martínez Meráz.
Ensayo “Principio de Legalidad”
31.10.11
Una compañera inevitable....

sino augurio de eternidad,
descanso del trajin de los vivos
remanso tras la espera
de lo incierto.
Se traza de misterios
le convergen velas y rezos,
misticismo de creencias
trasfondo de tradiciones
retrato de culturas.
Sarcástica, irónica,
virtuosa, parlanchina,
se le viste de mil figuras,
se le aluden las penas humanas.
Qué es la muerte?
creación de conceptos abstractos
verbo que indica una conclusión,
el reflejo del finito humano.
Observo mi ser vulnerable...
la muerte ronda los pensamientos
en los recovecos del corazón y la mente,
suspicaz, sus intenciones advierto.
Qué es la muerte?
la compañera inevitable,
la guía en el camino
al otro lado de la vida.
Ruth Martínez Meráz ***
27.10.11
Vos en mí...

Fui ayer...
ahora soy Vos...
portento de virtudes,
utopía de sueños,
acuse de tiempos,
irreversible parsimonia
de la palabra que desnuda
el alma,
avasalladora calidez
del aliento de Vos,
que irrumpe la respiración
hurgas mi aliento,
me haces desfallecer.
No soy Vos...
Vos eres quien fuí.
Ruth Martínez Meráz ***
22.10.11
Eterno...
Mis lágrimas
contarán tu historia,
emanarán en creciente
el ímpetu del que nutriste
mi existencia.
Mi aliento se mantendrá vivo
cuando en tu lecho
me recoja,
y en mis sueños acudas a mi auxilio.
Mantendré la esperanza
acrecentada,
de la luz divina, cual pábilo que no se extingue,
alumbrará mis días en tu ausencia
nadie muere en cuanto en el corazón persiste.
Mis manos escribirán mil líneas
bordarán con decoro
tus momentos a mi lado,
me abrazaré a tu almohada
percibiré tu aroma,
me protegeré tras los versos
cantaré las canciones
reviviré los cuentos,
rezaré las plegarias
que me enseñaras en la infancia.
Ya no reclamaré tu partida
bajo llave quedará el lloro,
segador de tus valores
en mi arraigo profeso,
de tu orgullo haré vasta
la huella que proclamaste al paso,
soy simiente
de tu esencia
árbol perenne
que no se conservará en vano.
Ruth Martínez Meráz ***
contarán tu historia,
emanarán en creciente
el ímpetu del que nutriste
mi existencia.
Mi aliento se mantendrá vivo
cuando en tu lecho

y en mis sueños acudas a mi auxilio.
Mantendré la esperanza
acrecentada,
de la luz divina, cual pábilo que no se extingue,
alumbrará mis días en tu ausencia
nadie muere en cuanto en el corazón persiste.
Mis manos escribirán mil líneas
bordarán con decoro
tus momentos a mi lado,
me abrazaré a tu almohada
percibiré tu aroma,
me protegeré tras los versos
cantaré las canciones
reviviré los cuentos,
rezaré las plegarias
que me enseñaras en la infancia.
Ya no reclamaré tu partida
bajo llave quedará el lloro,
segador de tus valores
en mi arraigo profeso,
de tu orgullo haré vasta
la huella que proclamaste al paso,
soy simiente
de tu esencia
árbol perenne
que no se conservará en vano.
Ruth Martínez Meráz ***
Etiquetas:
La razón de mi existencia...***
13.10.11
Ave Fénix

Me ví imperfecta
cual oruga
con miedo mutar en mariposa,
me ví endeble
sin raíces entrañadas
en la profundidad de la tierra,
cual tamo llevado por el viento
con un destino infructuoso.
Así volví el rostro
desencajado
por el momento
por el tiempo sin descanso
en el sentir
imperdonable
de una lucha agotadora
donde ví tu alma
a lo profundo,
escabulléndose
de mi presencia
sin apenas retener
la luz de tu mirada
menguada en la fatiga
de mi ser sin fuerza,
Me ví vencido...
ese humano...no era yo,
dónde quedó mi fortaleza?
me ví vulnerable,
sin entereza,
nada a qué aferrarme,
sin fé, sin promesas,
me ví colmado
de maledicencias
con el corazón hecho añicos
qué me volverá el aliento?
la jactancia del vivir,
el soplo que se mute en vida
y me haga renacer?,
me ví desolada,
cual tierra árida e inhóspita,
me ví en el abandono
sin lucidez,
me ví hecha carne
vuelta polvo,
me ví germinar
en árboles de frondosas copas
alimentando aves
cobijando hombres
con un propósito que cumplir,
me ví viva,
me ví morir,
fuí escoria,
fuí abono fértil
me ví cual Ave Fénix,
resurgir....
Ruth Martínez Meráz ***
cual oruga
con miedo mutar en mariposa,
me ví endeble
sin raíces entrañadas
en la profundidad de la tierra,
cual tamo llevado por el viento
con un destino infructuoso.
Así volví el rostro
desencajado
por el momento
por el tiempo sin descanso
en el sentir
imperdonable
de una lucha agotadora
donde ví tu alma
a lo profundo,
escabulléndose
de mi presencia
sin apenas retener
la luz de tu mirada
menguada en la fatiga
de mi ser sin fuerza,
Me ví vencido...
ese humano...no era yo,
dónde quedó mi fortaleza?
me ví vulnerable,
sin entereza,
nada a qué aferrarme,
sin fé, sin promesas,
me ví colmado
de maledicencias
con el corazón hecho añicos
qué me volverá el aliento?
la jactancia del vivir,
el soplo que se mute en vida
y me haga renacer?,
me ví desolada,
cual tierra árida e inhóspita,
me ví en el abandono
sin lucidez,
me ví hecha carne
vuelta polvo,
me ví germinar
en árboles de frondosas copas
alimentando aves
cobijando hombres
con un propósito que cumplir,
me ví viva,
me ví morir,
fuí escoria,
fuí abono fértil
me ví cual Ave Fénix,
resurgir....
Ruth Martínez Meráz ***
1.10.11
MIO
Renazco
en tus suspiros
al respirar
de tu aliento,
en los amaneceres
húmedos
pegada a tu cuerpo.
Renazco
en cada beso
sea tierno o apasionado,
en la calidez de tu voz
en los murmullos
que escapan de tus labios.
Renazco
en la ternura de tus caricias
de tus manos al tacto
sobre mi piel estremecida,
Renazco
en las veladas intensas,
en la fatiga plácida
de tu amor que me consume.
Renazco
en tu mirada
que se funde en la mía,
en el silencio, entre risas,
en ese afán que te impones
de hacerme tuya cada día.
Ruth Martínez Meráz ***
en tus suspiros
al respirar
de tu aliento,
en los amaneceres
húmedos

Renazco
en cada beso
sea tierno o apasionado,
en la calidez de tu voz
en los murmullos
que escapan de tus labios.
Renazco
en la ternura de tus caricias
de tus manos al tacto
sobre mi piel estremecida,
Renazco
en las veladas intensas,
en la fatiga plácida
de tu amor que me consume.
Renazco
en tu mirada
que se funde en la mía,
en el silencio, entre risas,
en ese afán que te impones
de hacerme tuya cada día.
Ruth Martínez Meráz ***
30.9.11
Verdades...
Verdades
de olvidos,
Verdades
de recuerdos,
Verdades
a medias,
Verdades
en dulzuras y
sabores,
Verdades
cimentadas
en fantasías,
engaños
disfrazados
de Verdades,
Verdades
fincadas en hechos
Verdades
marcadas
de sangre,
Verdades
revestidas
de encanto
Verdades
que sajan
el alma,
nada ni nadie
escapa de sus
Verdades....
hasta que
su realidad
le alcance a despertar.
Ruth Martínez Meráz ***
17.9.11
Serenidad
El destino
no se escoge,
aguarda
una caja de pandora
que nos sorprende
y nos deslumbra,
encaramos
los momentos,
nos alimentamos
de esperanzas,
en las debilidades
nos hacemos fuertes,
y se renace
en la victoria
con la fe
renovada,
con el espiritu
engrandecido,
y el amor
hecho carne,
no de cuerpo,
sino de dos
amalgamados en uno.
Ruth Martinez Meraz ***
14.9.11
EL ARTE DE MENTIR...
Si hubiese pensando alguna vez en hablar de la palabra MENTIRA, podría haberlo dudado un poco, no porque no tuviera sentido comentar el tema, ni porque pareciera trillado, sino porque escribir sobre mentir, creo, es un tanto irónico. Todos sin excepción, hemos mentido en cierto momento, nos apegamos a la excusa de clasificar nuestra mentira en "blanca", "inocente", "involuntaria", "necesaria", "dolosa", "intencional", pero....hasta dónde y por qué somos capaces de mentir?, qué puede valer más que la honestidad?, o qué tan lejos estamos de ser tan claros y objetivos como para admitir lo que pensamos, o la confianza como para decir lo que nos obliga hablar con franqueza, yo también me he cuestionado al respecto, y en realidad caigo en el acierto de que practicamente "nos hacemos tontos", somos víctimas de nuestra lengua y nuestra poca capacidad para conducirnos con decencia ante los demás. Justificamos este hecho porque recurrimos a LA MENTIRA en nuestro trabajo, inculcamos a nuestros hijos "inocentemente" a hacerla un hábito, aunque a mi parecer, lo más bajo que podemos llegar a caer cuando decimos una MENTIRA, es cuando dañamos a aquellos que forman parte de nuestro círculo familiar u amistoso, como defraudar a tu pareja o a tu mejor amiga (o), y todo por UNA MENTIRA, ya es sabido que si le mentiste una vez, lo único que le pasará por su mente a la persona agraviada, es que no fué la única ocasión....y la parte más incómoda cuando "te pezcan" en esa MENTIRA, y tienes el atrevimiento de seguirla sosteniendo (diría un amigo: "insolente"). El recurso de la MENTIRA tiene su historia, desde el inicio de la creación según la Biblia, de ahí la excusa de Adán, de Caín, y conforme la historia bíblica se dieron muchas situaciones por causa de una MENTIRA, así también a través de la historia que hemos venido estudiando ortodoxamente, se han levantando guerras, traiciones, conflictos, revueltas, sediciones, asesinatos; objeto de tema en algunas novelas, es incontable la cantidad de veces que la MENTIRA pueda citarse en la vida del ser humano, si fuera real el cuento de Pinocho, en este mundo habría un común denominador en las características de las personas: UNA NARIZ LARGA QUE NO PARA DE CRECER (nos veríamos chistosos), pero no va a venir un "Pepe Grillo" a hablarnos, ni se aparecerá un "angelito" hablándonos al oído para persuadirnos en este hábito tan desagradable, no obstante, para qué crearnos una situación de conflicto por este hecho? Seremos capaces de mirar los ojos de nuestro interlocutor y hablar con claridad sin tanto rodeos? no sería ideal?, tal vez nos cueste trabajo, es difícil dejar un mal hábito, sin embargo, vale la pena, nuestra PALABRA (si, esa que antes valía entre nuestros ancestros) recobraría el VALOR, firmaríamos menos "papelitos" para asegurar nuestros pagos ante nuestros acreedores o proveedores, serían menos los amigos defraudados por nuestras actitudes, no perderíamos la confianza y el amor ciego de nuestra pareja, y por ende, no la obligaríamos a pensar con el cerebro haciendo de lado su corazón (esa parte se lee muy cursi...), y por último, aunque creo que se me escapan más cuestiones al respecto, habría menos problemas políticos, porque tendríamos gobernantes con más credibilidad, una mejor función estatal, y menos gente en la iglesia tratando de aliviar su conciencia, como si con ello bastara.
Ruth Martínez Meráz ***
6.9.11
Humanidad
Somos
soplo de viento
hálito de fe
que vaga en esperanza,
barro recocido
a fuego lento.
Somos portento divino
semejanza
de ángeles
vueltos carne,
aljabas
de humanidad
corrompida,
saetas embestidas
de orgullo.
Somos al final
luz que se difumina,
auroras desahuciadas
en ángelus,
mutación de arcillas
confiando reverdecer.
Ruth Martínez Meráz.***
soplo de viento
hálito de fe
que vaga en esperanza,
barro recocido
a fuego lento.
Somos portento divino
semejanza
de ángeles
vueltos carne,
aljabas
de humanidad
corrompida,
saetas embestidas
de orgullo.
Somos al final
luz que se difumina,
auroras desahuciadas
en ángelus,
mutación de arcillas
confiando reverdecer.
Ruth Martínez Meráz.***
3.9.11
Creo en tí...

Yaces adolorida
heridas de parto
de bastardos
envilecen tu ser,
afligida esperas
que tus hijos
respondan,
te doblegan
mieles venenosas
ciega aguardas
que la sangre
nos enerve,
que la dignidad
nos despierte,
que el valor nos levante.
Yo creo en tí
Madre Patria,
hago oídos sordos
a voces extranjeras,
humilde
te venero,
con coraje
alzo mis ojos
y la voz no calla,
los malditos
se ensañan
en tu nombre,
seres abortivos
traidores
de nuestra cuna,
la muerte
aguarda esa escoria,
en el infierno
del desprecio,
exiliados
en nuestra memoria,
pisoteamos sus nombres
escupimos
su sangre inmunda,
indignos
de tus raíces,
el ocaso
de su triunfo
les recompense,
tirados al fuego
del menosprecio
fatuos
cobardes,
de sus redes
victoriosa
te elevas,
magnífica
mi Patria,
tu pueblo
aun te enaltece.
Ruth Martínez Meráz ***
heridas de parto
de bastardos
envilecen tu ser,
afligida esperas
que tus hijos
respondan,
te doblegan
mieles venenosas
ciega aguardas
que la sangre
nos enerve,
que la dignidad
nos despierte,
que el valor nos levante.
Yo creo en tí
Madre Patria,
hago oídos sordos
a voces extranjeras,
humilde
te venero,
con coraje
alzo mis ojos
y la voz no calla,
los malditos
se ensañan
en tu nombre,
seres abortivos
traidores
de nuestra cuna,
la muerte
aguarda esa escoria,
en el infierno
del desprecio,
exiliados
en nuestra memoria,
pisoteamos sus nombres
escupimos
su sangre inmunda,
indignos
de tus raíces,
el ocaso
de su triunfo
les recompense,
tirados al fuego
del menosprecio
fatuos
cobardes,
de sus redes
victoriosa
te elevas,
magnífica
mi Patria,
tu pueblo
aun te enaltece.
Ruth Martínez Meráz ***
I
All the things that you have given me,
My heart is overrated by your love
I don’t know if this is good,
‘cause I have taken the risk
that your presence might hurt me,
but it doesn’t matter if it may happen
I still love you from the moment you arrived to my life.
It doesn’t matter if I lose your love
I’ll be thankful to God ‘cause I discovered
The beauty in little things which make me enjoy
The real love that highlighted my warm existence,
Perhaps I know you love me so much
And that it will never past.
So, only keep in memory the time together in your mind,
Close your eyes and you will find in the middle of the night my soul
which is awaiting for you all the time.
Ruth Martínez Meráz ***
1.9.11
LA OPORTUNIDAD

Pasada la emisión quincenal con su columna asidua, con un tema diferente, los correos también comenzaron a llegar, diversos puntos de vista se hicieron notar, algunas mujeres expresaban su agrado por el tema abordado, por la seriedad y sutileza de éste, otra por hacer una nueva propuesta que mejoraba la imagen de la revista, etc.
Tita con una eminente sonrisa, leía cada correo electrónico, interiormente se disculpaba por pensar que sus lectoras eran sólo personas superficiales, y sabía que era el comienzo de un periodismo más serio que enmarcaría su carrera, como siempre lo había anhelado.
Ruth Martínez Meráz ***
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