24.4.15

Edén


Ciñe contra tu pecho mi corazón
ahonda hasta encontrar tus latidos
desangran mis venas tu nombre
Pierdo mi esencia en tu sexo
se erigen ébanos sobre mis senos
esconden tu rostro

Nido de caricias
donde las aves trinan
éxtasis que subyuga – sosiego al alba –

Ciñe mis labios contra tu aliento
envenena mi lengua
déjame morir en tu cuerpo

Sé el hálito que me reviva
pasión desbordada
erizando mi piel

Sé cuerda que mordaz ahogue
freno en mis delirios
edén tras noches de infiernos.

14.4.15

Diversidad


Al otro lado del ordenador
un sin fin de pensamientos
se agolpan contra las sienes
quién está al otro lado del espejo
quién me escucha, quién me lee
imagino un grupo de cerebros
perdidos en la nada
colapsados por la diversidad
inmersos en sus conceptos
 

                                  Divago
 

Me hallo sola
habla mi mano sobre el teclado
escudriño, me recreo en la palabra
arrullo el alma entre Sabines y Benedetti
mastico frases de Paz, Saramago, Galeano
                                  Cuestiono
 

Comulgo con algunos ideales
respeto otras mentes
seres asemejan mi rebeldía
inconformes devoran la banalidad
superflua la religiosidad contamina
fanatismo que carcome
                                   Los otros
Aquellos apacibles
callados entre el estruendo
verbos sin concebir
nonatos sin balbucear
                                  Muertos
Observo las inconsistencias
atadas sus lenguas
fingen la vida
jamás florecen sus ramas
estériles pasan por el camino
                                 Amargan
Lucho por sobrevivir este tiempo
mientras otros crean su destino
invisibles, fantasmagóricos, fríos
atrapados en un mundo erguido por sus utopías.

6.4.15

Angustia



Eres desesperación, pasión dejada en la orfandad de un corazón solitario, raíz muerta del vientre estéril, peregrino a merced de sus delirios, ave desolada sin parvada, mísero ser con rostro de ángel.
 
Llevas a cuestas un pasado que te agobia, aullidos escapan de tus entrañas, surge de ti un lobo solitario, endeble, quejumbroso, quién te librara de tu pecado? Quién ofrecerá sacrificio por la expiación de tu alma? Eres sólo carne no verbo.
 
Marchita es la lozanía de tu juventud añorada, vejez precoz, virilidad a cuenta gotas entre tus piernas, sequedad en tus labios, las mozas huyen, burlan tus cortejos, la virginidad de sus pechos amargan.

Desorbitado te encuentras en la nada, la mirada se te empapa de recuerdos, la oscuridad te cobija, eclipse entre razón y corazón a un tiempo, cierras los ojos.

Ya no más amaneceres iluminan tu existencia, cala la voz de su ausencia, ahogo de palabras en rezos sin sentido, nido de memorias en los rincones, aromas de ella en tus paredes, escaldada tu lengua por su nombre.
 
 Yo, pobre hombre, no puedo darte consuelo, moribundo te acojo sin asilo en mi regazo, yace en espera de tu destino en la soledad de mi casa, sin luna que te alumbre, sin calor que te abrigue, parto para no verte sufrir.