A LA LUZ DEL POEMARIO “CLAUSTROS VEDADOS AL PENITENTE”
DE RAMIRO RODRIGUEZ
"La poesía no es solamente un manojo de líneas
organizadas o desorganizadas sobre la superficie plana
de un pedazo de papel…”
Ramiro Rodríguez.
El lirismo es la manifestación del sentimiento del artista, en este caso el poeta, llamarse poeta es un cargo que pesa al escritor en este caso, por lo que en mi persona humildemente no me puedo atribuir; una distinción de tal envergadura lleva una connotación de gran trayectoria y experiencia en las letras, de la cual me hallo aún en pañales, sin embargo, a fin de resaltar el aspecto lírico de la creación poética, no pude encontrar mejor acierto que analizarlo a la luz del poemario “Claustros vedados al penitente” de uno de mis escritores favoritos, el señor Ramiro Rodríguez Martínez. En este poemario, constante de versos que se dividen en cuartetos, décimas, alejandrías y romances, el autor plasma un seguimiento de imágenes que van transportando al lector en un viaje a sus pensamientos, descubre sus emociones, entreteje las palabras, se incrusta en nuestra mente, se muta de un poema a otro; ejemplo de ello, se puede apreciar en los Romances que se enumeran del I al VI, quedándome para sí con el número II titulado "Romance de cada tarde" dedicado a D. Pablo Juárez A., del cual me permito transcribir en lo conducente:-
"...Extráñame cada tarde
más no te olvides de mí
porque el olvido es tremendo
cuando anhelas existir,
porque la noche es angustia…”
cuando un octubre infeliz
descansa sobre mis manos
para llevarme de aquí.- ..."
Sin duda, la experiencia a la que se acoge el autor, desnuda en cada línea su interés por captar la atención de su lector, transmite ese paso de su pluma por otros tantos textos y refleja la madurez con que su pulso escribe. Dice Alejo Urdaneta: “El género poético se soporta en la analogía que permiten las metáforas, y de ese modo el poeta indaga en su fuero interno, llega a la intimidad de su alma para expresar sentimientos que al exponerlos en la escritura se convierten en otras cosas: la luna, el canto de un ave. Estas expresiones poéticas suplen en la forma los sentimientos que mueven al artista cuando compone el poema”
En ello apoyo que, el lirismo y la experiencia con que el escritor, llamado en este caso, poeta, hace uso no sólo de su capacidad intelectual o talento para conceptuar un poema, viremos al pasado y tenemos un sinfín de autores que han hecho del lirismo la herramienta idónea para la expresión de sus sentimientos, implícitamente la experiencia va relacionada pues no puede ser una sin la otra.
Algo que me preocupa, sin que por ello se piense que haya razón total en mi dicho, al final cada quien tiene sus propios conceptos sobre el arte literario y concibe sus ideas; en los poemas o textos contemporáneos, hay quien pasa por alto el lirismo en su creación literaria, pero ¿cómo puede ser hermosa una flor en un jardín árido?, en mi humilde opinión, el poema debe ser exquisito, provisto de ese enigma de metáforas que no sólo hagan temblar la mente sino que toquen el corazón de quien los lea, los recite, los escuche.
Ruth Martínez Meráz ***
