24.3.09


LA LENGUA…MATA?


He pasado estos días pensando acerca de cuantas reacciones puede provocar el pronunciar una frase, una palabra, que deje mucho que desear de nuestras actitudes; al leer en un apartador de libros “un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus hechos” escrita por Cervantes, no dudé en escribirla al calce de mi formato para enviar mis correos electrónicos, pensé que era una manera de hacer reflexionar a mi destinatario por un momento si éste se tuviera la molestia de leerlo al recibir una nota mía, sea de trabajo o personal.
Más no quiero desviarme del tema que deseo tratar, las palabras que escuchamos, las que decimos cada día, tienen sin duda, un efecto, tal vez inconscientemente hemos ofendido a alguien, pero también seguro que habremos confortado en su momento; por la lengua se han producido guerras o desastres en la historia y más grandes que el que pueda provocar una bomba atómica en el pasado (vaya, actualmente nuclear tal vez) , y no es cuestión de irse a tales extremos, tan simple como el consentir un chisme infundado, la calumnia, mentir bajo protesta de decir verdad ante una Autoridad, decir una “mentira blanca” para salir del paso, faltar a nuestra palabra poniendo en entredicho por siempre nuestra credibilidad.
Ser honestos al expresarnos, costará mucho trabajo? Digo, expresar lo que sentimos con las palabras adecuadas, de acuerdo a nuestra manera de pensar y con la sutileza necesaria para no ser hirientes (sin que herir sea el propósito por supuesto), será posible?
Vivimos en una sociedad que si bien es cierto, cuida de decir lo que realmente piensa, más es realmente esta acción lo que provoca que nuestra lengua sea quien muchas veces mate las ilusiones de otro y las propias.
Hagamos el propósito de no avergonzarnos de nuestra lengua, y de no ser el conducto o instrumento que afecte a terceros, que no sea usada como vana lisonjera, ni presta para propagar el veneno que mata el alma y la conciencia, ni portadora del cáncer del mal consejo.
A veces la honestidad de la lengua y la palabra usada podrá parecer dura, pero no producirá la herida profunda que haga agonizar lentamente nuestra vasta vida y de quien nos escuche, para tener el valor de continuar.

Por mi lengua tal vez he llegado a perder a seres valiosos en mi vida sin intención de ello, de lo que me duelo profundamente; en su oportunidad he pedido “perdón”, e inevitablemente he dicho la palabra “adiós”.


Ruth Martínez Meráz.****

16.3.09

CULPA


Del instrumento los acordes cesan
las notas vacías se volvieron
fría acoge el alma.


Existencia desgraciada
nubarrones del destino,
impotencia de tu sufrimiento
que lacera mi ser.

Infortunio no deseado
la paz convoco,
culpabilidad asimilo
verdugo soy preciso.

A mi condena me abandono
miserable me declaro,
de tu agravio el causante
a tu voluntad apelo,
el olvido merezco.


Ruth Martínez Meráz.****
REFLEJO

I

Bálsamo son las palabras
no pronunciadas por labios,
alimento exquisito
es el verso que huella deja.

II

Frenesí del puño que estampa
la realidad de una fantasía
del peculio de un sabio
que honra con su creación.

III

Alumbrado por la luz del conocimiento
de la concepción de ideas que surgen,
en la eterna búsqueda de mi interior
reflejo de mis emociones.


Ruth Martínez Meráz.***
CRISTO

Ahí está…en el altar sobre una cruz
con la mirada triste y perdida
escuchando el murmullo de los feligreses
los constantes rosarios y letanías.

Ahí está…su faz desencajada
observando a quien toca sus pies traspasados por los clavos,
percibiendo las emociones a flor de piel de aquel pobre anciano
que aún tiene la esperanza de un milagro
para su mujer enferma, o de aquel niño inocente que aún no ha sido corrompido por

alguna insana persona que frustre su fe.

Es el mismo Cristo que es recordado cada cuaresma,
el Salvador que profesan los cristianos protestantes,
el Mesías esperado por los judíos y no reconocido como tal por algunos cuantos.

Ahí esta…clavado a un madero con el dolor provocado por el hombre
más que por la corona de espinas que circunda su cabeza,
reflejo de mártir, concepto de sacrificio, por una humanidad ingrata.
esperando al acongojado al que trae una pesada carga,
un Cristo que no aguarda la veneración, sino que el propósito de su muerte haya cumplido su cometido.


Quien no quiere largas filas de “peregrinaciones”, ni crueles autocastigos,
quien no desea dejarnos sin dinero para el sostén del hogar, sino una buena administración de nuestros pocos recursos .

Ese Cristo de la cruz necesita ver el fruto de la redención,
donde la verdad de Dios sea aplicada, donde la fé mueva montañas,
llevando nuestra existencia al éxtasis, siendo realmente Libres.

Viviendo una vida digna, honesta, de servicio incondicional, de buen ejemplo a quien nos rodea, dejándonos de falsos altruismos, renunciando a uno mismo, elevando el verdadero concepto de Amor que traspasa lo humanamente concebido.

La cruz…es sólo un símbolo, y
Cristo sigue esperando que lo entendamos.


Ruth Martínez Meráz.***
REDENCIÓN


De hinojos te contemplo
aislado de mi entorno,
contrito mi corazón acelera sus latidos.
Redención inmerecida
de tu misericordia galardonado gozo,
mi intención es continua...
llevar a cuestas mi cruz
en este sendero doloroso.


Ruth Martínez Meráz. ***

11.3.09

LA JUSTICIA

Estaba checando alguno de mis correos, y poniéndome al tanto de las novedades de mis contactos (cosa que no hago seguido por falta de tiempo), me fui siguiendo ciertos vínculos hasta llegar al de un contacto que tengo de Argentina, de quien ocasionalmente supe mientras cruzamos palabra alguna vez en un chat me parece, o si venía agregado en la serie de contactos de algún email de un contacto en común, bien me interesó el tema, LA JUSTICIA, y aquí transcribo parte de lo que me permití opinar en su Blog respecto a tan discutida cuestión:… este tipo de situaciones no es exclusivo de tu país natal (Argentina), los sucesos de violencia están a la orden del día aquí en México también, no dista mucho la realidad de un país y otro, la impartición de "Justicia" es manipulada al antojo de quienes presiden el poder, por lo que respecta al Poder Judicial, éste se encuentra corrompido y fuera del alcance de gente menesterosa que injustamente paga por penas rídiculas, en cambio, quienes deberían pugnar una sentencia merecida, gozan de entera libertad; hay todo tipo de "cacos", aquellos quienes por órdenes de otras "ratas" más grandes se amparan a la sombra de éstos, y otros de cuello blanco que sin ninguna vergüenza caminan con la frente en alto, ante la humillación del pueblo, que, en su afán de idealizar una sociedad mejor, ilusoriamente acuden a la Comisión de Derechos Humanos, (en los casos necesarios), donde si bien les va, reciben apoyo, o donde el expediente se pierde entre la pila de casos en algún archivo. La falta de ética profesional de muchos abogados, nuestro estado de indefensión y temor que no nos permite enfrentar a las Autoridades respectivas, aunado al solapamiento de quienes podrían presionar a éstas para el debido cumplimiento de la Ley, hace que vivamos en la incertidumbre de una sociedad cobijada en la violencia, sin saber a ciencia cierta que le depara a nuestra futura generación; por lo que solo resta no desistir en inculcar valores éticos, cívicos, morales a nuestros hijos, con el firme propósito de sembrar un poco de valor para el mejoramiento de nuestro entorno. Podría sonar un poco idealista, más sin embargo, no hay que quedarse en el intento.


P.D. Cuando me refiero a valores morales, éstos nada tienen que ver en los principios religiosos, que si bien es cierto, sirven en cierta forma de control (por aquello “del sentimiento de culpa o pecado”), pero también es un arma de dos filos, por aquellos que se dejan llevar por su fanatismo, sigan las creencias que sigan, y no nos vamos muy lejos, nada mejor para evidenciarlo, está el caso de las Torres Gemelas, y “el cuento sin fin” de Israel y Palestina.



Ruth Martínez Meráz.***

9.3.09

AGONIA

Inmutable a mi desaliento
el destino cruel cobija,
inmisericorde desfallezco
al alba que avecina.

Ocaso tan ansiado
los pesares que ya no existan,
el reloj parece detenerse
mi mal no termina.

Menguando transito
de la incertidumbre soy preso,
a paso lento camino
la esperanza aun concibo.


Ruth Martínez Meráz.***