La otra parte de mí

La otra parte de mí
esa que se esconde dentro,
permanece con Marx
quien completa los versos.

Tolerante por tiempos
hasta perder la cabeza
le desespero sin treguas
dijo adiós, ya no regresa.
La otra parte de mí
se halla en otro mundo,
tan mío y tan suyo
era mi cómplice seguro.
Lenina se aventura
sin medir consecuencias
Marx la sosiega,
piensa cabal las letras.
En son deliberado
estás personas se conjugan,
uno sin el otro...
los pensamientos no rezan.
La otra parte de mí
ahora se ausenta,
no más frases intencionadas
nada que el sentimiento brote
a medias los vocablos
han de sonar tan huecos
como nuestras voces.

RMM ***