9.2.11

Ceguera


Al arbitrio de un ciego
sin más lucidez
que de palabras muertas,
la soberanía se la traga
con el nacido en noble cuna.
La miseria se viste de carmesí
de canteras florecientes
el horizonte se vislumbra.
¿A dónde se inclina la balanza?
anatema, la censura
corrompe el cielo,
las avecillas emigran
el clima se vuelve frío.
Se me restriega en el rostro
39 principios,
me hundo sobre arenas
cuando otros duermen tranquilos.
Sujeto, sigo al ciego
cual pajarillo a su jaula,
en su error me alimenta de hiel
coarta la voluntad,
la existencia... amarga.

RMM ***


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