He dejado que mi piel te extrañe,
en el inmerso sueño nocturno tu imagen aflora,
desgajo margaritas en espera de tu encuentro;
cómo oculto la tristeza de mis ojos?,
me pesa el diario trajinar,
el cielo se me cae encima;
la luna atestigua la soledad que me amaga,
mi lecho transpira tu aroma arañando mi cuerpo.
Ciertamente la distancia no implica
que el olvido pronto llegue,
ni que el ocaso mengue mi memoria,
inevitable el alba lo confirma.
Añoro las mañanas veraniegas,
tu voz grave que me acaricia,
los mensajes con TE AMOS.
He dejado que mi corazón te extañe,
me impongo esa diaria tarea,
forjar mi amor en tu ausencia,
sin esperar verte más,
he apagado el deseo que atesoro en tu recuerdo,
y a pesar de mi empeño,
tu amor se encarna más en mi alma.
la luz de felicidad en mi ser se apaga,
tu voz se torna fría,
el invierno se prolonga en mi vida.
Ruth Martínez Meráz ***
en el inmerso sueño nocturno tu imagen aflora,
desgajo margaritas en espera de tu encuentro;
cómo oculto la tristeza de mis ojos?,
me pesa el diario trajinar,
el cielo se me cae encima;
la luna atestigua la soledad que me amaga,
mi lecho transpira tu aroma arañando mi cuerpo.
Ciertamente la distancia no implica
que el olvido pronto llegue,
ni que el ocaso mengue mi memoria,
inevitable el alba lo confirma.
Añoro las mañanas veraniegas,
tu voz grave que me acaricia,
los mensajes con TE AMOS.
He dejado que mi corazón te extañe,
me impongo esa diaria tarea,
forjar mi amor en tu ausencia,
sin esperar verte más,
he apagado el deseo que atesoro en tu recuerdo,
y a pesar de mi empeño,
tu amor se encarna más en mi alma.
la luz de felicidad en mi ser se apaga,
tu voz se torna fría,
el invierno se prolonga en mi vida.
Ruth Martínez Meráz ***
No hay comentarios:
Publicar un comentario