Una bendición
tácita despedida,
el adiós no dicho,
inseguro regreso.
Amor entrañable,
pasión desmedida,
Respiraciones entrecortadas…no más.
El lecho vacío…ecos de frases audaces,
silencios permanecen.
Un cuerpo ávido…un néctar que se desborda,
sueños húmedos, el tiempo no perdona.
Los cuerpos se marchitan
el amor se guarda,
la vida sigue su marcha.
Perenne el recuerdo
infructuoso el olvido,
caminos bifurcados,
dos corazones tornados en uno.
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