3.12.10

Infinito


Una bendición

tácita despedida,

el adiós no dicho,

inseguro regreso.

Amor entrañable,

pasión desmedida,

Respiraciones entrecortadas…no más.

El lecho vacío…ecos de frases audaces,

silencios permanecen.

Un cuerpo ávido…un néctar que se desborda,

sueños húmedos, el tiempo no perdona.

Los cuerpos se marchitan

el amor se guarda,

la vida sigue su marcha.

Perenne el recuerdo

infructuoso el olvido,

caminos bifurcados,

dos corazones tornados en uno.

Ruth Martínez Meráz ***

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