"Que nada te aparte del camino, aunque los perros ladren..."

Estaba viendo la televisión mientras en un promocional de una película escuché esta frase que cito al epígrafe, y no hace poco, en otras palabras, pensaba lo mismo, que en cada tarea o propósito que tengamos por emprender (al menos en lo personal) suelen presentarse diversas circunstancias o personas que puedan provocarte el ánimo de desistir, y es ahí cuando tu carácter y coraje deben hacer acto de presencia, y tus convicciones, si es que las tienes bien firmes, deberán prevalecer. Por ejemplo, en el trabajo, puedes llegar a sentir que tu esfuerzo no es reconocido y tu labor no está valorada, sin embargo, debes ser persistente, y no tanto ya porque se den cuenta de ello, sino porque uno al realizar tu tarea laboral, debes tener la firma convicción de que estás dando lo mejor de tí, así también que lo estás haciendo porque es algo que te gusta, lamentablemente si no es así, el ejercer tal acción, oficio o labor profesional, no dará rendimiento, porque mientras no estés donde realmente te gusta, difícilmente darás el 100% de tu esfuerzo y mucho menos se verá reflejado en tu diaria labor; pero volvamos al tema, lo que quiero decir, es que, si te empeñas en lograr los objetivos que te propongas tanto en el trabajo, tu carrera o a aquello que te dediques, hasta en tu propio hogar, sobre todo contra todo aquello que se pueda venir "encima", lograrás las más grandes satisfacciones, y es un verdadero placer verlo materializado. Emprender cada día para mí, significa primero ponerlo bajo la voluntad de Dios, y después hacer lo propio, hay que recordar el dicho "Dijo Dios ayúdate que yo te ayudaré", así que mientras sujetes bajo la voluntad de Dios tu propia voluntad y todo cuando hagas, aunque los perros ladren, aun cuando contra tí levanten guerra (como dice la Biblia) y cuanto mal te deseen, todo se revertirá, por qué? porque Dios es más grande que todo poder humano, y si Dios es contigo, quién contra ti?; por ello, propon no desistir, alejar todo pensamiento negativo de tu vida, ir contra todo aquello que perjudique tus planes, esos que ya pusiste bajo la voluntad de tu Creador, y que lo único que te resta, es "ponerle todas las ganas" o como decimos coloquialmente por aquí "echarle toda la carne al asador", para que todos tus deseos se vean realizados, recordando siempre, que tus triunfos no deben ser a costa del sufrimiento de otros, sino del mérito y dedicación que diste por ello, sin olvidar que lo obtuviste porque Dios así lo quizo. Bendiciones para tu vida amigo lector.

Ruth Martínez Meráz ***