A mi nieto
Llegas con la
ilusión del verano
te impostas en
nuestro destino
como ráfaga de
luna en eclipse de Sol
Aires de inocencia entre tus
manos
vuelcas en mil
latidos mis sentimientos
cubres de ensueño
el umbral del corazón
Vienes a ser el remanso
de las gacelas
en la Sabana
quietud que
cobija en días de estío
Cerrojo de amor perenne
que exhala un arcoíris
tras la lluvia
tierra fértil
donde la siega se bendice
Eres renuevo de primavera
donde se escribe
nuestra historia
edén que se
arraiga en un poema sin fin.
© Ruth Martínez
Meráz (Texto e imagen)
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