Ví tu sonrisa
la bondad de tu mirada,
me recreé en tu regazo
bailoteé al ritmo de tu música.
de mil historias inéditas,
conocí tus raíces,
las imágenes me dieron vida.
No provengo de la nada...
fuerte simiente me antecede,
de tu alma inquieta
que erigió mi destino.
Soy rama perenne
de profunda cepa,
firme ante las tempestades
inmutada confío,
un hombre sopló mi aliento...
Tú Padre,
de verdades entretejiste
mi existencia,
circula en mí tu sangre
orgullosa permanezco,
voz noble,
ahora quieta, acallada,
con recelo cumplo tus deseos.
RMM ***
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