28.10.10

Desvelo


Escucho tu voz doquiera que voy,
vivo al leer tus cartas,
recreo nuestros ávidos encuentros;
mi pecho se hincha, la miel se le escurre...
Desvelos a tu espera me acogen,
el tiempo mismo se impacienta,
un rayón continuo adorna el calendario.
El sonar de mi teléfono me ahoga
la alarma diaria me confunde,
una sola cosa es palpable:
Te extraño.

Ruth Martínez Meráz ***

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