Eres silencio en mis manos
palabras de tiza a medio escribir
en la pared
son los estragos de tu aliento en mis labios
náufrago en la isla de mis pensamientos
Lamento del tiempo
austero como el hombre que gime
atado por sus prejuicios
ceniza esparcida en el desierto
eres aguijón clavado sobre mis sienes
Memoria turbia en los mirlos
caligrafía sin sentido del pasado
que se arrechola bajo la tierra
sin frutos en su regazo
Mantienes un hito sobre mi espalda
me sangra si escribo tu nombre
son las dieciocho horas en este día de verano
intento liberarte de mi recuerdo.
© Ruth Martínez Meráz ***