Cae sobre nuestros cuerpos un haz
de luz, ahí bajo el cobijo del firmamento donde me envuelven tus brazos,
contemplan las estrellas el idilio de las luciérnagas, sobrevive fugaz el verso
que se escapa del claro de luna, se desgaja un poema. Se hallan en el silencio
las memorias del hombre de mil voces, oculto en tu mirada, susurra las palabras
a mis manos, se incrusta en mis sienes, nace tu voz en mi regazo. Entretejen los lirios las constelaciones de
nuestros nombres, reviven las vigilias del verano, ilustran la humanidad del
sol y la luna en el estío, mutan la invisibilidad de nuestro ser, regresa al
inicio de nuestra historia: Tú y Yo bajo
un claro de luna.
© Ruth Martínez Meráz
© Gloria Rodríguez, fotografía.
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