"Tras mi encierro te contaré
una fábula que no divida tu cuerpo
y el mío;"
Alberto Dávila Vázquez.
En el soliloquio
de la margarita que perece
se imposta un verso – acelera el corazón –
Dónde la vida florece ahora
-Tras días de arcoiris –
engañoso el júbilo de los pajarillos en su nido
Aridez en derredor de mis collados
-los peces sin brillo en el estanque -
emigran los sentimientos hasta tu cuerpo
Dónde la vida florece ahora
-Tras días de arcoiris –
engañoso el júbilo de los pajarillos en su nido
Aridez en derredor de mis collados
-los peces sin brillo en el estanque -
emigran los sentimientos hasta tu cuerpo
Un cosmogónico pensamiento
- Prorrumpe el eco de tu voz –
La margarita fenece.
©Ruth Martínez Meraz ***
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