Te dejé el cielo abierto
vestido de poesías
anclado a la luz
de unos versos
en noches de otoño
Quise llenar de letras
tu lecho
escribir poemas
sobre tu espalda
arrullarte en mi regazo
susurrarte al oído
sonetos y nocturnos
Envolver tu estancia
delicias de mis noches
de frases púrpuras
sedientas de tu voz
crispando mi cuerpo
Te dejé abierto mi pecho
libre el corazón
cobijo de sentimientos
agolpados por tu miseria
Vacié mi voz de tu nombre
exorcicé tus caricias
de mis entrañas
desfallecido quedó mi corazón.
© Ruth Martínez Meráz ***
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