Me rindo a tu silencio
las palabras escapan entre el viento
humedad bajo mi techo
esparcido se halla el corazón
Grietas entre mis labios
maldigo y amo tu nombre
ponzoña escupen los recuerdos
nublados los días tras tu ausencia
Azoto mi cuerpo contra el lecho
ahí donde tu aroma rehúsa dejarme
donde se irrumpen los vaivenes
de mi ser herido, tatuado por tus caricias
Camino y vuelvo sobre tus huellas
habito junto a tu alma doquiera que esté
me circundo al silencio de tu voz
espero ansiosa tu regreso – desespero -.
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