22.7.14

Tesoro del Corazón


Hogar, entrañable hogar, donde he visto a mis hijos crecer,
retumban sus gritos y silencios,
hacen eco sus lágrimas, risas, enojos.

Hogar dulce hogar
donde nació la primera ilusión
difícil adolescencia transmutación de madurez.

Tiene rastros del ser materno
raíces paternas,
arrebatos de aventura
fábulas de abuelos.

Historia de amores
incrustada en las paredes
desvelos al alba
sueños escapados por las ventanas.

Voz de mi madre
prolongada, imperativa – ahora agotada –
consejos perennes
imágenes de una generación, noble cuna.

Hogar, confort del recién nacido
cobijo del sol, abrigo de invierno,
aromas, recuerdos impregnados conjugados en la estancia.

Llovizna de ternura
caminos que bifurcan los destinos,
memorias grabadas en fotografías
los ausentes permanecen vivos.

Hogar, dulce hogar,
donde he visto a mis hijos crecer
heredad divina, gozo de mi ocaso
fruto invaluable hecho carne.

Ruth Martínez Meráz ***

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