Piérdete
entre mis aguas saladas,
déjate ahogar en el oleaje
de mi pasión que te derrumba.
Irrumpe la humedad de mis peñascos
fúndete a uno en el bravío éxtasis
de este amor que nos hace delirar,
entre caricias someras y
el deseo infinito que nos consume.
Apaga el fuego
bajo la marea,
sacia la sed que reseca tus labios,
pabilo sin consumir
fuente inagotable
reflejo de este amor perenne
que te prodigo.
Ruth Martínez Meráz.***
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