Sin mies
ahora mi terruño
se haya desolado,
la tierra se vuelve
árida,
el esplendor no se
ve más,
la lluvia es escasa
le falta
tu fuerza,
el abono
de tu cariño
que la salve
de morir.
Volver
a la siega
algún día,
de sus frutos
disfrutar el vivir.
Ruth Martínez Meráz ***
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