Cómo es que pase el tiempo, las horas se hagan nada
en el calendario,
Cómo es que mi voz a veces se agota
las palabras se esconden
en un café moka
su dulzura empalaga, espantan las letras en mi teclado
los versos se tornan inconclusos
divaga mi pensamiento.
Cómo es que casi llega el otoño
de hace veinticuatro meses
cuando mi diario cubría de poemas
que entonaban los ruiseñores al alba
Cómo así de vulnerable es la existencia
antes diáfana
porque trazabas de lúcidos colores
el lienzo
que se difumina en la pared de mi habitación.
Cómo dejo de marcar los días
de tu ausencia
en la frialdad del móvil que guarda silencio
en tanto, voy en tu reencuentro.
©️Ruth Martínez Meraz