Eternidad

Dos muertos
vagando por este mundo
fingiendo estar vivos
desprendiendo fuerza a su paso

Dos muertos
celebrando la vida
bebiendo sollozos
aferrados de su alma

Huyendo de la oscuridad
ávidos del sol
calor sobre piel aceda
alimento de carroña

Negando una realidad
ataviados de sueños
eternidad en el pulso ausente
corazones acogidos por plegarias

Dos muertos que juran
existir en la perpetuidad
fingir la muerte que les acosa
burlar los rezos que ordenan descanso
cuando hay mucho por amarse

Así son las almas etéreas
vibran aun en su fúnebre destino
ignoran el tiempo
un cómo, el por qué

Besan su transición
suspiros en el más allá
purgatorio o edén que aguarda
amantes fieles en vida.

Calidez

En la calidez

de un eterno beso

florece mi corazón.


Haikú

Deseos

Sueño tu nombre
murmuro cada letra
trazo el rostro
se difumina una sonrisa
corre cálida
tu voz en mis entrañas
susurro tras mis oídos
palabras me sonrojan
Sueño tu cuerpo
cobijando mi espalda
caricias de ensueño
destellos en los ojos
Sueño de pasiones
quedadas entre hojas
aromas se perfilan
en nuestra cama
Sueño mientras escribo
abrazado a mi cintura
un listón que aprisiona
nudo en la garganta
Sueño vivir
sin los recuerdos
humedecerme bajo la lluvia
encanto de tus labios
encarnados en mi boca
Sueño desaparecer
dormida en tu regazo
mutar en las estrellas
alumbrar tu existencia
sin dejarte jamás
Bailar al compás de la noche

ser tuya a la luz de la luna

testigo sólo el silencio

de tan hermosa locura

Sueño que se disipa

al sorprenderme el alba.

Permanencia

Vacío mi cuerpo
de tus silencios
luciérnagas opacas en mis noches
insomnios en el lecho
piel vestida de invierno
eco de tu voz tras la puerta
a la lejanía
percibo el sabor de tu aliento
que se aferra a mi lengua
lloran las estrellas
me arrulla tu recuerdo
permaneces.

Prisionero

Te consumes
a la par con la lluvia
feneces bajo
la copa de un árbol
días grises
sin soles maravillosos
culpas a cuestas
años desiertos
Leños humedecidos
frialdad en tu casa
pasión ausente
entre tus manos
sequedad del vientre
virilidad muerta
mudos los ruiseñores
exilio de caricias
rostro agrio tu reflejo
Lozanía perdida
escurren las últimas
gotas de su miel
el alimento de sus senos
calor de tus labios
abono de su amor
Mueres a voluntad
prejuicioso
prisionero de tus palabras
una margarita se marchita.

Desilusiones

Náusea en mis palabras
expira tu perfume
tiempo estancado

fornica tu recuerdo

 libros esparcidos
relegados los deseos
desnudez marchita
barruntada ausencia
gemidos mutados en sollozos
insomnios entre las paredes
prisión de la oruga
mariposa no nacida
fuego que se consume
bajo mi regazo
tiznada el alma
acidez de mi lengua
corazón sin ilusiones
condena perpetua
nosotros
los desunidos.

Pesares

Adiós en los labios

dagas contra corazón

estío sin luz.

(Haikú)

Epitafio sobre mi pecho

Epitafio
sobre mi pecho
tu nombre
cinco letras
tatuadas en púrpura
silencio bajo la lluvia
frío
a través de mi cuerpo
labios sellados por tus besos
confuso el amor escapa
primavera vestida de invierno
fulgor mutado en cansancio
margaritas sin deshojar
epitafio
sobre mi pecho
tu nombre
maldice tu destino
amores truncos
sin resurgir
pasión muerta entre tus piernas
olvido en tu memoria
ocaso en tu mirada
hiel en tus labios
epitafio
sobre mi pecho
tu nombre
cincelado por tu lengua
una palabra
que concluye un todo
"adiós",
tu voz retumba en mis oídos.