Podría estar a una era de ti
en otro espacio de tiempo
en otras palabras
distintos horizontes
y aún ahí me seguirías
brotarías de mí
entrañado en las moléculas de mi piel
transpirando por mis manos
en un poema que se extiende
en las infinitas páginas de mi mente
Podría decir que te quedaste en el olvido
que tu nombre se borró en el dintel de mi corazón, donde se hallaba enmarcado orgulloso
y adivinarías al contemplar mis ojos
que sigues tatuado en las paredes de mi alma
enraizado, profundo, en la hondonada de mi existencia que solo existe por respirarte, en un hábitat que se compone de la perenne memoria de nuestros momentos
Podría volver a vivir sin conocerte y aún así sentirte en todo cuanto me rodea
distinguir tu aliento como un suave aroma
que permite oxigenar mi cuerpo
escribir sobre nosotros, creando historias
que relaten lo que hemos vivido antes que haya pasado
esperar que llegues una tarde de otoño
mientras sigo escribiendo unos versos que hablen de ti mientras sorbo mi café y me leas el texto que más te guste de mi letras y discutamos porqué te encanta más Borges que Cortázar y yo te insista que Pizarnik me lleva al principio de lo que era antes de que llegaras a mi existencia.
Podría estar a un minuto de ti
verte pasar y no cruzar una sola frase
ser inmensamente feliz con solo saber que permaneces dentro de mí, porque tú eres mi hogar.