Al amparo de la Sierra Madre, aislados del bullicio atosigador de la urbanidad, y en la búsqueda de nuevas experiencias...nos entregamos a un retiro poético por demás reconfortante. Distintas voces con su peculiar encanto, muchas manos ansiosas de expresión escrita, liberando el alma de un poeta a veces encubierto a la sombra de su poesía, y que al final en el lugar común de nuestra vida piensa, existe, reflexiona, proclama, desahoga, propaga el sentimiento desde lo más profundo de su ser; así fue ese fin de semana de los Santos Días de la Poesía, el lugar común de los poetas que se atrevieron a vivirlo sin inhibición alguna, libres. Fue un deleite escuchar a los escritores ya consumados quienes nos prodigaron de su fiel saber y un gran banquete poético el compartir a uno nuestra poesía, bajo el cielo estrellado. El comienzo de nuevos lazos y el refuerzo de otros, la intención es y será la misma...esperar cada vez nuestro retiro poético de los Santos Días de la Poesía con el sólo afán de compartir parte de uno mismo, dejando un toque de nuestro ser en cada poeta dispuesto a recibirnos.
Lo mejor de la poesía segun yo es el encanto que cada artista le pone a sus parrafos. Buen fin de semana y que esa experiencia vivida se repite agun dia de nuevo. Saludos!
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