18.5.10

Obligada...


He sido tamo que arrebata el viento, donde el escozor de mis palabras fraguan tu realidad, inconciente permanezco al aventurarme en mitigar mi proceder, vos sabeis la eminente pretensión al anteponer esta distancia obligada, donde aislo los agravios que te causo deliberadamente, librándote del veneno que me escurre, de la hiel que llevo por sangre, la dualidad portentosa de mi razón, que raya en la demencia de mis actos, de esos arrebatos que eres objeto...no más, pasa de largo. Concibo mis noches vacías, prescindo de la compañía vasta de tu presencia, la lectura vuelvo mi fiel compañera, y pierdo mis dedos ávidos en el desliz de mi tinta, enuncio frases compuestas, lisonjeo vocablos triviales, escondo la cordura, y en la introspectiva de mi conciencia, tu ausencia está latente, a salvo de mis escarnios te procuro, en un mundo donde mi esencia no te atañe.
Ruth Martínez Meráz ***

16.5.10

Espejo


La vida emula un espejo, donde lo real es subjetivo, y la existencia compleja, las vivencias, diarias contiendas entre el bien y el mal, marcan una sociedad ambigua, condicionada por estereotipos sociales; maravilloso es disfrutar el momento, recrearse en el experimento del vivir, de existir, entender la imperfección de las cosas, tolerantes al entorno caótico que a veces le acompaña, de hecho no indiferentes, sino librando los menoscabos ineludibles de la ignorancia, que corrompen al ser, preso de su fragilidad humana. Densas ventiscas aventuran un futuro incierto, más pasaremos el tiempo aguardando en una amargura predispuesta?, fiel a mis pensamientos idealistas, creyentes aún en el perfeccionamiento del hombre, advierto que, aunque la desesperanza vuélvase un sentimiento activo en algunos, la fe en ese ser humano, sus antecedentes, su proyección a través de los sucesos que han marcado la historia, debe confirmarse día a día; así, aunque en un arranque de melancolía, nos aislemos en nuestra soledad, en el afán de eludir el contacto con otras personas, por miedo a ser lastimados, o por temor a dañar sin alevosía, pensemos que, al virar nuestra vista hacia aquéllos (los hombres), estamos contemplando desde otro ángulo, el reflejo de nuestra vida misma.

Ruth Martínez Meráz ***

Igor Krutoi Pechalniy Angel Sad Angel...

3.5.10

Ecos...


Deambulo taciturno sin rumbo, en el andar mi paso tedioso se vuelve, son los años tal vez que se dejan venir sin piedad, los ecos del ayer retumban aún en mis oídos...un suspiro escapa, deseoso de recobrar la ilusión perdida, anhelante evoca tus sentidos, tan apegados a los míos; irónico el reloj camina, paro, dejo mi cuerpo caer doquiera que pueda tomar descanso, mi mente aún lúcida, reprocha el eco de sucesos que marcaran mi destino. Mis manos llenas de marcas, toscas, añoran la fineza de tu piel lozana, el paseo por tu rostro, las travesuras propicias del encuentro, qué me despertará de este sueño? o es que acaso no hay algo más cierto?. Los ecos siguen, se propagan cual replique de campanas en la torre de una iglesia, me enloquecen; continuo el camino, yerro, pierdo la noción de mi realidad; los Ecos permanecen...a la locura estoy preciso.

Ruth Martínez Meráz ****

2.5.10

Envejecer con dignidad...


Llegar a la vejez es ahora una proeza, son tantos los factores que pueden interferir en este proceso, que si no te cuidaste bien de joven, hablando respecto a la salud, los excesos hacen sus estragos, el promedio de vida se hace más corto, y los malos hábitos tanto alimenticios, así como ciertas adicciones (tabaco, alcohol, drogas) le agregan lo que le corresponde. Más no sólo en ese sentido deseo hablar sobre la vejez, sino como una palabra ligada a la Sabiduría que proveen los años, la experiencia, el buen consejo de aquellos que han vivido más que uno, que en su haber cuentan con vastas anecdotas, las cuales son proveedoras de enseñanza, y si tenemos a bien, de herramientas para aplicarlas a nuestro diario vivir. Virando al pasado, los ancianos eran personas de gran respeto, los grandes consejeros, tenían influencia sobre las decisiones de reyes, de líderes, así también eran protegidos aquellos que por alguna razón quedaban desvalidos e indefensos en su sociedad. Hoy, hay una ansiedad por verse joven, por conservar una apariencia fuera de lugar a la edad que realmente tenemos, pero lo más triste, es querer vivir como tales, no apreciando el respeto y la dignidad que representan esos años que hemos vivido, esas experiencias que hemos pasado, ese conocimiento que hemos adquirido, qué valores podemos entonces inculcar a la juventud? qué vamos a legarles? un ideal de vida superficial? un cuadro irónico y ridículo de lo que significa ser adulto?, si bien es cierto, que hay que cuidarnos físicamente por salud, porque es una responsabilidad llegar a la vejez como una persona sana, lo que restará menos achaques y enfermedades, una vejez digna, y lo que recompensará el tener tiempo para vivir un poco más de años, pero no para vivirlos frívolamente, al contrario, para fomentar los buenos valores, para aconsejar a quienes están alrededor nuestro, pues no debemos conformarnos con enseñar a nuestra familia, sino a todo aquel que recurra a nosotros, en busca de una orientación; he tenido la oportunidad de convivir con personas de la tercera edad (ahora llamadas así), y es una verdadera "delicia" sostener una charla tan amena, tan llena de experiencia, tan "nutritiva", ellos, están ahí dispuestos a compartir, nosotros tenemos que estar obligados a escucharlos, es una bendición, y lo que hay que aprender de ello es que, debemos aceptar los cambios físicos y todo cuanto concierne a aceptar la llegada de la madurez a nuestra vida, a nuestro cuerpo, y estar orgullosos de que si hemos llegado a la vejez, ha sido con dignidad, con el respeto que se merece esa etapa de nuestra vida. Hago una nota en todo esto: Aunque la edad conforme avanza, sea sinónimo de madurez, no todo ser humano llega a ser maduro en intelecto, hay adultos que se comportan rídiculos para su edad, no podemos eximirnos de ello, y por esa virtud, hay que visualizarnos en un futuro, envejeceremos con dignidad?

Ruth Martínez Meráz ***

1.5.10

Cobardía


He estado razonando sobre esta palabra, que nos conduce a ser cobardes?, en algún momento de nuestra vida lo hemos sido, y tal vez las lamentaciones hacen eco en nuestro interior después, pero qué más da?, los sucesos no se pueden cambiar, y si algo podemos proponernos, es no dejar que ese sentimiento de cobardía predomine en nuestras acciones, menoscabando nuestro diario vivir, cuántas personas han dejado pasar buenas oportunidades por su falta de valor? no a la frugal aventura, sino el atreverse a hacer lo que es mejor para su existir, aquello que les llena el alma y que por temor lo dejan escapar, continuando con su insensata y mediocre existencia; que pena por ese tipo de seres, prefieren el acogimiento "seguro" a su rutinaria vida, sin haber apostado al cambio que en verdad transforma su felicidad. Hay muchos momentos de cobardía, como el no atreverse a decir lo que se piensa, el no jugártela a cambiar al trabajo que realmente te gusta, el no expresar tus verdaderas ideas, el buscar la aprobación de quienes te rodean, sujetando tu vida a la opinión de los demás, cobardía a no emprender esos proyectos que vienes ideando, dicen que los grandes visionarios han tenido ideas "descabelladas", cobardía a dejar fluir tus sentimientos, a no susurrar un "Te Amo", el no buscar un "perdón", cobardía al seguir la corriente a aquellos con los que no compartes el mismo interés con tal de que no te excluyan del círculo, cobardía al no retener a quienes deberás valen la pena en tu vida, cobardía a pensar primero en lo material sin experimentar que lo más sensato y único es comenzar desde abajo, siempre contando con las personas que amas, quienes estarán ahí para darte ánimos, quienes incondicionalmente permanecen a tu lado, quienes no te usan o buscan una condicional para obtener de tí algún beneficio. Pero...somos así, a veces muy cobardes, pero lo más sobresaliente sería que aún a pesar de esos instantes de cobardía vividos, se tengan las agallas para enmendar, para darnos las oportunidad de eliminar esa palabra de nuestro vocabulario, de tomar la acción, y tener la convicción para enfrentar cada situación que se presente en nuestro destino, que somos humanos? claro!, es esa humanidad la que nos identifica, sin embargo, es ese ímpetu del espíritu, de ese subconciente que tal vez desde nuestro interior llamado "conciencia", nos inste a ser VALIENTES, recordando que, fuera de que creamos que existe un Ser Superior (Dios), que desea lo mejor para nuestras vidas, es ese Dios que llevamos dentro, quien nos deba forzar a vivir a plenitud, aprovechando las buenas oportunidades que se presentan, y experimentar lo que otros ya han percibido: Ser unos triunfadores, no sólo por haber alcanzado éxito, sino porque queremos y deseamos vivir lo que creemos, lo que sentimos, aquello lo que ni el dinero, ni la estabilidad económica, ni un status social, nos puede dar: AMOR, PAZ, FE, ESPERANZA, RESPETO Y CREDIBILIDAD.

Ruth Martínez Meráz ***