31.10.15

Bajo el naranjo



Ella lo sabía
él nunca se había ido
tatuadas estaban las paredes 
de su amor
permanecía vivo su aroma
emergían versos de sus fotos
palabras incrustadas
en hojas viejas
resaltaban cinceladas de sentimientos
trazos
que circundaban un todo
aquella única emoción
de dos seres
bajo el naranjo
cómplice de sueños;

Lo sabía,
él siempre estuvo allí
mudo
gritando en el silencio
blasfemando su nombre
maldiciendo

El no sabía
que ella vestía su lloro en risa
su dulzura en enojo
que rasgaba por él
su alma
coronando de espinas
su corazón


Sí, ella lo sabía,
siempre valió la pena
luchar por él...