26.12.14

Emoción exquisita

….Yo tenía conocimiento sobre ello, me parecía de lo más normal sin alcanzar a veces a comprender la emoción que implica, el deseo de sentirlo, en mi mundo era común observarlo, ver de unos a otros practicarlo, espontáneo, breve, duradero; venía en varias presentaciones desde que tuve la obsesión por dedicarle mi atención, si era diplomático, político, fraternal, familiar, entre camaradas, por cortesía, por educación como algunos dicen, entre jóvenes, adultos, infantes, cada quien podía escoger la modalidad que deseara; ahí en mi lugar, seguía atenta los movimientos que ello implica, venía acompañado de una sonrisa, de alguna lágrima, con algún susurro, con un consuelo, con voz jocosa o apasionada, con palabras amorosas. Sí, estaba de alguna manera presente y yo no le daba el crédito merecido hasta que lo pude sentir, es decir, realmente vivirlo, experimentarlo, gozarlo, embargarme del calor que puede producir, de la emoción ligada a los sentimientos que recorrían cada partícula de mi ser hasta lo profundo de mi alma, no sólo de mi corazón, extasiada en la estática del tiempo, de mi destino y del otro que osaba compartirlo conmigo, la fusión de dos corazones en un mismo sentimiento; cómo pude ser tan insensible e indiferente a este acto tan bello? Cómo no brindarle el lugar merecido entre cualquier otra manifestación del afecto?, yo puedo regalarte un beso, la sensación dura en el instante, darte un apretón de manos y quedarme con el aroma de las tuyas, pero un ABRAZO, ese se queda en el alma, porque te cobija, te atrapa, te cubre el cuerpo hermano de quien amas, llámese padres, hermanos, amigos, esposos, novios, amantes, un abrazo siempre reconforta en cualquier momento de nuestra vida, cuando lo necesitamos, cuando no lo esperamos, cuando te arrebata, cuando feneces, emoción exquisita que hoy valoro más que ni otra. No te olvides de brindar un abrazo, siempre hay alguien que lo necesita. Bendiciones!

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