14.4.18

Verdugos




Está mi corazón en la trinchera
los sueños rotos
en algún lugar del alma
Ilusiones se desvanecen  – explosiones -
de fiesta bermellón
se estila la vida.
El mundo desespera
-          cautivas las voces -
se devasta la humanidad
nadie entiende.
Tiranos someten la inocencia
el silencio mata
no hay refugio para el débil
-         - la fe mengua -
Algunos laceran sus rodillas
claman por  libertad
¿Dios escucha? - insisten -
ansiedad, impotencia es su estandarte.
Mis dedos sobre el teclado
se impregnan de azufre
es el aroma a muerte
laurel del fanatismo.
Una esperanza me circunscribe
en la agonía
que los mansos se levanten victoriosos
entonces mis ojos dejarán de sangrar.

© Ruth Martínez Meráz ***

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