8.9.15

Amante ausente



Mi silencio duerme poco…

Alberto Dávila Vázquez


                                                    

Y es ahí donde la hondura

de tu nombre

pesa sobre mis sienes

escalda el aliento

tu rostro se disuelve entre trinos de pájaros

irrumpe en el silencio del alba


Es insomnio arraigado

sobre mis ojos

negritud profunda oscilando en los párpados

ausencia que invade

revolcándose con tus recuerdos

ave rapaz acechando mi cuerpo

se desgarra en el umbral de tu olvido


Fluyen versos que desangran


no hay redención para mi alma

un quejido mudo clama

por el amante ausente.

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