23.9.14

Mal de amores


Uno nunca espera sufrir por un amor, lo entregas todo sin mediar consecuencias, completamente y ya, que la suerte, el destino diga la última palabra; nadie ha estado exento de pasar por este tipo de situación, sin embargo, contrario de lo que se puede pensar, la culpa no es de nadie, ni siquiera de la pareja en cuestión, los sentimientos se dan, van evolucionando y tal vez son una serie de acontecimientos “adversos” que desatan un sinfín de dolores entre esa pareja que se ama, porque no siempre “el mal de amores” se debe a que uno de los dos haya fallado, porque hay historias de amor donde los protagonistas se aman hasta la locura, los tuétanos, como se le quiera calificar; pero cómo salir de esta adversidad?, hay material suficiente al respecto, tantas lecciones de vida, o de algún sabio psicólogo, terapistas, etc., empero, nadie tiene el remedio perfecto, ni el tiempo que dicen “todo lo cura”, más bien, el remedio a mi ver, está en uno mismo, en cada una de las partes que forman esa relación, es decir, uno elige si sufrir y quedarse por siempre en ese atolladero o salir de el, cuánto te puede costar lograrlo? No hay tiempo estimado, cuántos no hemos sido el hombro de algún amigo (a) que ha pasado por una situación similar?, hemos tenido las palabras precisas para ayudarles? Creo que no. Por eso, recalco, el remedio está en uno mismo, si, es fácil decirlo (hay que ponerse en sus zapatos), es ahí donde la voluntad hace lo suyo además del amor propio. Entonces, cuando un amigo pase por un rompimiento lo único que nos resta es estar pendiente de él, pues eso sí, la depresión es un asesino secreto al acecho, el cual desata no sólo emociones deprimentes (válgame la redundancia) sino que conlleva que sea el medio para que ataquen ciertas enfermedades a veces graves para el susodicho lo que amerita el cuidado reiterado como leales camaradas que somos; palabras de aliento? Pues no están de más, siempre será estimulante saber que a alguien le importas, estés bien o mal, la amistad es incondicional y esa se demuestra con hechos. A veces pensamos que amores como el de Romeo y Julieta sólo son etiquetas o una sátira del amor real escrita por Shakespeare como un mito más, aunque a quien no le haya tocado vivir un amor fidedigno como éste (hay muchos tipos de amor, pero eso es otra historia), no lo podrá comprender. Creo que es cierto que sólo una vez se ama en la vida con esta intensidad, los demás enamoramientos, si llegan a suceder, jamás podrán reemplazarlo y menos igualarlo; por qué no fue posible este amor? Sólo Dios lo sabe, y digo que Dios porque no sé a quién pueda corresponderle esa respuesta, que baste sentirse halagado por la vida o bendecido por el destino si Usted tuvo la fortuna de vivirlo a plenitud no importando que no solamente le partieran el corazón, sino también su alma y espíritu, dejando una huella imborrable en su existencia, un tatuaje perenne en su piel, un recuerdo vivo hasta el final de sus días. Bendito!

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