21.5.14

Un adiós inevitable


Decidí partir con la frente en alto
a sabiendas que el amor no termina,
a sabiendas que a lo lejos perdura.

 
Decidí frenar mi estancia a tu lado
parsimonia de tu cariño,
a la par no somos uno
a distancia eres yo y yo soy tú.
 

Decidí como quien realmente ama
aprender a volar sin tu cuidado,
tragarme la pasión por tu presencia
colmar las ansias de sentirse añorado.

 
Decidí aunque el corazón te adore
contra el deseo de mi boca por tus besos,
contra la necesidad de mi cuerpo
por tus manos,
de tu voz a susurros tras mis orgasmos.


Decidí partir con orgullo
juiciosa de tu amor imposible,
envuelta en recuerdos rotos
sabiendo que te quise y me quisiste.


Decidí mi amor y no lo entiendes
te ciegas a la realidad que nos confronta,
yo fuerte, tú débil,
un cariño a medias,
uno se cansa de luchar, el amor agota.


Ruth Martínez Meráz ***

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