17.9.12

Alma perdida

Y se me va el alma
en cada suspiro
por tu ausencia,
en cada respirar
mientras te marchas.
Acuso mi corazón
que fallece
sin tus latidos,
reprimo el pensamiento
de vivencias vanas,
y se me va el alma
por cada beso perdido
lo dulce se convierte en hiel
en la soledad de nuestra alcoba,
donde el insomnio reina
y la estridencia del silencio
me abruma.
Y se me va el alma
cuando tu presencia
se difumina en mi lecho,
y se pierde bajo mis sábanas
el aroma de tu piel,
entonces….el halito de mi vida mengua.

Ruth Martínez Meráz ***

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