Me extenderás la mano, y tomarás la mía, te negarás a aceptar que sigo siendo parte de ti, sentirás las emociones que brotan de mis poros, que emanan de lo más profundo de mi ser, sabrás la historia que me precede, el futuro incierto que me espera, ávida, encontrarás razones que descubran mis pensamientos, mis emociones; expondré mis principios como si fuesen una regla en esta vida, en un halo entre divino y blasfemo, tocarás mi esencia y respirarás mis ideales. Expandiré las ideas, mis dedos trazarán lienzos sobre el viento, mis ojos se perderán en el firmamento, soplaré versos, liberaré herejías en son de protestas, te alimentarás de la hiel que de ella fluye, transformarás su amargura en oraciones de bienaventuranza, sacarás las espinas que sangran mi alma. Cómo podrás colmar mis ansias, sin dejar que el veneno te corrompa? para entonces habrás mutado en mí, y habrás cambiado el curso de mi vida.
Me extenderás la mano, sentirás las emociones que brotan de mis poros, sabrás la historia que me precede, ávido, encontrarás razones que descubran mis pensamientos; expondré mis principios, en un halo entre divino y blasfemo, tocarás mi esencia. Expandiré las ideas, mis dedos trazarán lienzos sobre el viento, soplaré versos, liberaré herejías en son de protestas, te alimentarás de la hiel que de ella fluye, transformarás su amargura en oraciones de bienaventuranza, sacarás las espinas que sangran mi alma. Cómo podrás colmar mis ansias, sin dejar que el veneno te corrompa? para entonces habrás mutado en mí.
Parecía el camuflaje apropiado.....un bulto de sábanas enrolladas, podría pensarse que habían sido abandonadas en un rincón de la estancia, tan común tras un encuentro apasionado de una noche sin fin...olores de almizcle, invitando al placer, exarcebando los sentidos, posesionados por Eros....más tal impresión hubiese sido perfecta...si esas gotas aún de tinte carmesí, aroma de muerte, seguían escurriendo gritando: "asesino!".... Ruth Martínez Meráz ***
Susurran.... murmullos escapan en la hondonada, la malicia ronda tu bondad sobrepasa. Susurran.... tu ausencia, las velas se encienden, amigos esperan, plegarias ensordecen. Murmullos.... a la lejanía, el bien nos acoja, mi oración te ilumine de la penumbra te esconda. Susurros sin lloros... tu paz aguardamos, la hiedra se seca, al fuego arrojamos. Murmullos ahogados.... el corazón se cansa, espinas y cardos coronen sus almas. Susurros, susurros.... el mal no me viene en vano, valentona mi verso, que se jodan los malos. Murmullos... no cesen tus labios, tu voz no se calle, con los brazos abiertos por ti esperamos.
El poema se esculpe entre mis dedos, trazos de palabras cobran vida. El poema vibra en voces entrecortadas, fluye en éxtasis que enajena el alma. El poema emula un pañuelo donde se humedecen los dolores, se secan los ojos. Descanso del ser que lo hace suyo, un poema entraña lo que muchos callan. Es grito ahogado del desesperado, euforia de la pasión volcada en versos, el poema es voz, sentimiento, pregón del amor hecho carne.