Gorrión que sufre, canto que emerge en la adversidad, voz sonora que eriza mi piel, mensajera de mis quimeras, sonido de mis alegrías, que retoma mis palabras en júbilo, destino perenne de un amor que traspasa los tiempos, simiente de la verdad que nutre el alma, y resuelve mi soledad.
Un nudo en el tiempo, palabras sin olvido, ecos en silencio vidas con un destino; frases que retumban reproches sin motivo, pérdidas en el camino, dos a distancia, mudos han partido.
Preferí quedarme aquí... contigo, curé el pasado resarcí aquello que nublara nuestro presente; Opté vivir la vida llenarme de tu luz cobijarme bajo tu sombra, despertar al alba enaltecida de la humedad bajo las sábanas; escogí fundirme en tu alma, sellar mis labios con los tuyos, envenenar mi cuerpo
correr el riesgo; llené de plenitud mi espíritu desde tu arribo al sinuoso destino que trazó el Altísimo a este ser que dices amar.
Se enredan en mi esencia, se incrustan en los poros del alma. Se entretejen en mis pensamientos... avasallan, atropellan sin menguar en el intento de colmar mi paciencia. No son solo palabras.... resuenan, embisten enfrían mi estancia.