27.9.14

Carta de amor II

Querido amor,

Es inevitable que te escriba cada día ya sea por la mañana o al ocaso, mi corazón no deja de sufrir por tu ausencia, y que es ésta sino la privación de tu aliento sobre mi rostro?, el susurro de tu voz grave a mis oídos que invitan a serenar mis sentimientos hacia tí, cual burbujas efervescentes y copiosas escapadas a tu corazón. No reprocho tu destino, es menester que cumplas esa parte de tí, característica de tu hombría cabal, que me sigue enamorando a pesar de esta distancia; a mis labios le hacen falta la humedad de los tuyos, mi piel reclama el aroma de tu cuerpo, la sensación de tus manos alrededor de mi cintura, sin embargo, sigues allá y yo aquí. No quiero pensar en que si por momentos me olvidas o se desdibuja mi imagen de tu mente, si por razones ajenas o incluso si por tu propia voluntad en la debilidad de tu carne, hayas dejado seducirte por el cuerpo de una extraña, no, no quiero imaginarlo tan siquiera, me hierve la sangre con sólo escribírtelo; has de decir que el deseo es lo que menos te apetece en estos instantes tan conflictivos, el olor a azufre, a muerte te enloquece y si acaso, si bien te va, un cigarrillo te acompaña por las noches y una dura sensación de incertidumbre te asalta sin poder conciliar tu sueño - si acaso tienes tiempo o el deseo de dormir-. Parezco a veces una florecilla de esas que se mueren al llegar la noche y renacen al alba, el destino es cruel conmigo, juega con este cariño tan entrañable, arraigado como un roble que se niega a ser cortado, endurecido, perenne. Mi amor, tal vez sería mejor evitar decirte mi desdicha, consejo que no deja de darme la tía Francisca, mas cómo entonces soportaría esperar tu regreso? es preferible omitirte mi desasosiego?, consciente estoy que no estás en el mejor lugar, ni disfrutando tu estancia, pero si en algo vale mi amor por tí, acaso no es preciso que sepas la angustia que me acoge desde tu partida?, la indiferencia no es la mejor prueba de amor. Te amo. Tuya Siempre. Tu Inés.
(Cartas de Guerra)

24.9.14

Carta de amOR I


Mi querido amor,
Son tantos los días ya sin ti, mi corazón se aflige cada que veo el minutero cursar el viejo reloj de la sala, mis manos no evitan que la pluma deje de escribir unas cuantas palabras, hablándote, como si estuvieras dispuesto a leerlas en medio de tanta violencia que te aqueja; maldigo cuando se desgasta la tinta, grises como mis días en tu ausencia se figuran las letras por remarcar; qué batallas estarás librando?, cuánto tu corazón soportará librar tus contiendas?, por más que imagino tu diaria incertidumbre, no lo podría igualar. El son de las metrallas acechando tu destino, bombas explotando en derredor tuyo, recurres a mi rostro en tiempos difíciles?, hallarás paz en mi recuerdo?; en cierta forma, admiro la entereza con que enfrentas la vida por otros, dándote como último pan de aliento para quienes tal vez no valoran tu esfuerzo, sangrar por la felicidad del bien ajeno, tendrá ello su recompensa a cambio de mis días infelices?; los rezos se me agotan, los padres nuestros paran en mi lengua, oraciones en silencio permanecen. Retumba en mí tu corazón fallido, impotente en esa debilidad inevitable e inherente a tus actos, tu fotografía se desgasta con mis lágrimas, se agrieta como tierra estéril sin frutos que maduren. Tiempo de guerra, conflictos interminables, ahogan mis ansias por verte, empero tu mesa a diario está servida de tus platillos favoritos, horneo el pastel de manzana que tanto te gusta, el verano casi termina, se avecina un otoño triste en nuestra alcoba, un vino tinto se añeja. Habré de acumular los troncos para la chimenea?, tu voz no hace eco, mi alma se quebranta. Infortunio de mi vida! Mengua la salud –no te preocupes – habré de sobreponerme a esta distancia obligada, quiero lucir regia a tu regreso, dispuesta para seguirte amando como hasta ahora, pulir tu cuerpo con mi tacto, empaparte de caricias, fundir mis labios en los tuyos, hasta perderme como ayer, como lo fue siempre, cuando solías estar aquí, abrazar tu cuerpo por la espalda, entrecruzar mis piernas con las tuyas, sentir el calor que sólo tú puedes darme, refugiarte en mi regazo, hasta verte dormir sereno, con el arrullo de tu respiración sobre mi vientre, esperando el amanecer, dejando atrás esta etapa de tu vida donde no sabes si eres un mártir o un héroe. Te amo, tuya Siempre. Tu Inés.
(Cartas de Guerra)

23.9.14

Al final del camino



Yo te espero 
al final del camino
llegues o no, te amo.

Mal de amores


Uno nunca espera sufrir por un amor, lo entregas todo sin mediar consecuencias, completamente y ya, que la suerte, el destino diga la última palabra; nadie ha estado exento de pasar por este tipo de situación, sin embargo, contrario de lo que se puede pensar, la culpa no es de nadie, ni siquiera de la pareja en cuestión, los sentimientos se dan, van evolucionando y tal vez son una serie de acontecimientos “adversos” que desatan un sinfín de dolores entre esa pareja que se ama, porque no siempre “el mal de amores” se debe a que uno de los dos haya fallado, porque hay historias de amor donde los protagonistas se aman hasta la locura, los tuétanos, como se le quiera calificar; pero cómo salir de esta adversidad?, hay material suficiente al respecto, tantas lecciones de vida, o de algún sabio psicólogo, terapistas, etc., empero, nadie tiene el remedio perfecto, ni el tiempo que dicen “todo lo cura”, más bien, el remedio a mi ver, está en uno mismo, en cada una de las partes que forman esa relación, es decir, uno elige si sufrir y quedarse por siempre en ese atolladero o salir de el, cuánto te puede costar lograrlo? No hay tiempo estimado, cuántos no hemos sido el hombro de algún amigo (a) que ha pasado por una situación similar?, hemos tenido las palabras precisas para ayudarles? Creo que no. Por eso, recalco, el remedio está en uno mismo, si, es fácil decirlo (hay que ponerse en sus zapatos), es ahí donde la voluntad hace lo suyo además del amor propio. Entonces, cuando un amigo pase por un rompimiento lo único que nos resta es estar pendiente de él, pues eso sí, la depresión es un asesino secreto al acecho, el cual desata no sólo emociones deprimentes (válgame la redundancia) sino que conlleva que sea el medio para que ataquen ciertas enfermedades a veces graves para el susodicho lo que amerita el cuidado reiterado como leales camaradas que somos; palabras de aliento? Pues no están de más, siempre será estimulante saber que a alguien le importas, estés bien o mal, la amistad es incondicional y esa se demuestra con hechos. A veces pensamos que amores como el de Romeo y Julieta sólo son etiquetas o una sátira del amor real escrita por Shakespeare como un mito más, aunque a quien no le haya tocado vivir un amor fidedigno como éste (hay muchos tipos de amor, pero eso es otra historia), no lo podrá comprender. Creo que es cierto que sólo una vez se ama en la vida con esta intensidad, los demás enamoramientos, si llegan a suceder, jamás podrán reemplazarlo y menos igualarlo; por qué no fue posible este amor? Sólo Dios lo sabe, y digo que Dios porque no sé a quién pueda corresponderle esa respuesta, que baste sentirse halagado por la vida o bendecido por el destino si Usted tuvo la fortuna de vivirlo a plenitud no importando que no solamente le partieran el corazón, sino también su alma y espíritu, dejando una huella imborrable en su existencia, un tatuaje perenne en su piel, un recuerdo vivo hasta el final de sus días. Bendito!

16.9.14

Desierto en el corazón


Vacío se halla mi cuerpo
falto de caricias diurnas
abandonado por tu aliento
escapado en vísperas de otoño

Yo maldigo cien veces
cien veces me retracto
mi entrepierna se seca
árida el alma se ahoga

Grietas en mi piel sangran
desierto el corazón
con tu nombre incrustado
lacera sin acidez
palpita sin sonido

Tatuaje perenne
que arde al tacto
maldito el amor
mil veces maldito

Se ensaña en mi alcoba
vacante mi lecho
donde dibujo tu cuerpo
mi pierna sobre tu almohada

Escupo palabras
letanía sin réplicas
mudo tu eco
me extingo al alba

Desorbitados mis ojos
dormito sin sueños
declina mi mente
dejar ir tu rostro

Destino incierto
cual daga en mi pecho
apuñala a capricho
mi razón de existir

Olvidos
ruego cada noche
despertar sin tu voz
resonando entre susurros
que erizan aún mi piel.
 
Vacío,
la realidad es este vacío
desde que tú estás allá y yo aquí…sin ti.

15.9.14

Días grises



...y quisiera despertar de estos días grises 
gritarle a la memoria omita los recuerdos
suspirar sin añorarte
besar sin buscar el sabor de tus labios
vencer mis sentimientos que recurren solícitos a tu rostro
en busca del reflejo de tu mirada
donde basta perderme sin ecos de tus palabras
quisiera despertar te lo juro
más me gana este letargo que me ata
en la vulnerabilidad de mi ser...

10.9.14

Amores ambiguos



Palabras encajadas

en la memoria

sin fruto/vacías/

analogía entre

Eros y Tánatos

vida/muerte/

suma de frases

huecas/opacas/

promesas fracturadas

amores ambiguos

sin cabida en el corazón.

Amor disipado

Ventisca de sentimientos
disipado en placeres profanos
donde el alma se consume
entre aromas de Eros.